Por la Condesa Luciana Cacciaguerra Reni
¿Sabías que arte y matemáticas están estrechamente unidos? Cuando observamos una obra de arte admiramos el genio del artista, en cuanto milagrosamente ha logrado un equilibrio estético maravilloso en lo que ha plasmado y que nos produce fascinación. Pero muchos no saben que dentro de este milagro hay un estudio matemático muy profundo. Pensarán que es una locura siquiera afirmar algo así pero, ¡sorpresa!, la historia nos cuenta otra cosa.
Arte y matemáticas: una simbiosis necesaria
La pintura es una cuestión de precisión, mayormente la clásica, pero también la abstracta está concebida según una lógica matemática porque necesita de ese orden para poder crear un conjunto visual equilibrado y estéticamente armonioso. Esto se llama relación áurea y es lo que crea el vínculo entre arte y matemáticas.
El arquitecto romano Vitruvio (siglo I a.C.) fue el primero que estableció que la proporción áurea es la relación y correspondencia entre la parte mas pequeña y la parte mas grande de una obra, de la misma forma que lo es la relación y correspondencia entre la parte más grande de la obra y el conjunto total. Aún no siendo expertos con los números, se puede sentir que es una cuestión de lógica.
Plano de una casa griega armónica según Vitruvio
El matemático Fibonacci demostró en 1202 que la relación áurea esta presente en la naturaleza, en los animales y en el mismo hombre. Todo gracias a que deseaba resolver un curioso problema práctico: ¿cuántas parejas de conejos se obtienen de una sola pareja, suponiendo que ésta produzca mensualmente una nueva pareja que a su vez se vuelve fértil a partir del segundo mes? La respuesta es 144 parejas de conejos. En esta serie, cada número es el resultado de la suma de los dos anteriores: 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, y así al infinito. ¡Es casi impensable que el orden de las hojas en una rama responda a los números de Fibonacci igual que los pétalos de muchas flores!
Pero no profundicemos en las matemáticas que a muchos no agradan, sino en el concepto de que todo tiene base en los números. Hablemos de un Leonardo Da Vinci, multifacético genio, a quien debemos la perspectiva y el dibujo del Hombre de Vitruvio, el cual permite calcular perfectamente las medidas del cuerpo humano en todas sus partes, demostrando así que la geometría es básica para medir a un hombre dentro de un círculo y un cuadrado.
¿El arte influye en la moda o la moda influye en el arte?
Bits y arte
El calculo matemático en el tiempo ha llegado a ser fundamental para las nuevas formas de arte, como el diseño industrial y la gráfica en general. El artista e informático iraní Hamid Naderi Yeganeh genera por ordenador miles de motivos matemáticamente entrelazados, donde reina la armonía.
En cuanto a los fractales, los artistas Liz Blankenship y el doctor Daniel Ashlock se interesaron mucho por estas ideas en las que se juega con la repetición de los motivos sobre la base de los ángulos y las distancias que tienen relaciones de equivalencia entre ellos.
La isometría y el 3D se originaron gracias al matemático John Nash, asistido por Nicolaas Kuiper. El Arte Matematizado cuyo fundador fue Kerry Mitchell, ingeniero de la NASA, también es otro ejemplo. Consiste en la secuencia de datos y su reproducción de formas; un enfoque totalmente nuevo en el campo del arte.
Y para quien se anime a saber más, el italiano Giovanni Filocamo -matemático, físico, investigador y escritor- explica de manera muy curiosa la relación entre arte y matemáticas en su libro La matemática es una obra de arte. En esta obra, el autor realiza el recorrido de los números analizando obras de arte desde la antigüedad hasta las modernas teorías, y comparte cómo se crean las obras, las formas, la inspiración y hasta el factor subconsciente del artista.
Los artistas bohemios creerán que todo esto es una fantasía. Sin embargo, hay otro instrumento gracias al cual sabemos cuando una obra carece de armonía y proporción: el ojo humano. Un controlador externo del cerebro que calcula continuamente en forma numérica. Es el ojo quien, precisamente, denuncia la imperfección.
En conclusión, los artistas que estén del todo conscientes o no de este hecho (los naives originales), deben considerar que su creatividad es propia pero la aplicación de esa creatividad responde a reglas áureas que son números. Esto nos hace entender que hay un orden en todo, aunque pintemos dos rayas sin sentido alguno o esculpamos cualquier forma. Allí estará presente, fiel y silenciosamente, la matemática.
Imagen de portada: Fractal creado por Liz Blankenship y Daniel Ashlock
¿Qué es el arte? Una simple pregunta para una respuesta compleja