La nueva propiedad de los hoteles boutique Pug Seal, ubicada en Anatole France, está inspirada en la casa de los abuelos. Su decoración destaca por elementos como un piano que se encuentra en el recibidor principal. Además de espejos y paredes recubiertas con papel tapiz. “Es un homenaje a las familias europeas que a lo largo de la historia han migrado a México y traído sus costumbres”.
Por: Liliana Ortiz (IG: @lilimarleen91)
Este concepto de hospedaje lleva la idea de “hacerte sentir como en casa” a otro nivel, pues, aunque no se trata de un hotel todo incluido, te consienten con amenidades sin costo extra.
“El huésped guarda su cartera y no la vuelve a sacar”. Con el hecho de alquilar una habitación puedes acceder a bocadillos, bebidas, minibar y, cada mañana, a un desayuno. Contrario a lo que podrías pensar que se ofrece para comenzar el día (pan y café), el menú es basto y las porciones generosas.
Se dice que es “el desayuno que no se puede pagar” porque no está abierto al público, para probarlo debes vivir la experiencia completa de alojamiento.
Entre las especialidades está el desayuno “Buen humor”, compuesto por enfrijoladas rellenas de huevo a la mexicana y cubiertas con chorizo; y “El crimen noble”, enchiladas suizas.
También ve: Doña Esthela, al mujer que sirve el mejor desayuno del mundo
También hay opciones de platillos ligeros, como: “El Acusador”, nopalitos al comal con queso panela y papas cambray y “La dulce vida”, un tazón de avena con leche vegetas, frutas y frutos secos. Estas sugerencias incluyen opciones vegetarianas, light, sin lácteos y preparadas con huevos orgánicos.
También ve: Camomila, el restaurante que sirve desayunos todo el día
Además, durante la mañana el huésped tiene acceso a una barra de frutas, jugos y café. A mediodía también hay pan dulce y por la tarde, pequeños sándwiches y bocadillos.
Se puede elegir comer el área de desayunador o bien, llevar los alimentos a la terraza. Próximamente también habrá servicio a la habitación, que será operado por uno o varios restaurantes de la zona de Polanco.
Anteriormente esta propiedad era una casona antigua en la que únicamente vivían una señora y su hija. A pesar de las modificaciones, se conservan elementos originales, como unas escaleras de servicio y algunas paredes desgastadas.
Esta construcción, que mezcla lo antiguo con lo moderno, es excelente para descansar. Un espacio lleno de arte y con áreas verdes en las que puedes tomar el sol y beber un caballito de tequila. Nos referimos a este destilado en especial porque los anfitriones colocaron botellas en distintas áreas para disfrute del huésped.