Por: Paulina Salgado
El Tronco de Navidad es un postre muy famoso en Europa, sobretodo en Francia donde se le conoce como Bûche de Noël. Se trata de un rico pastel relleno bañado en chocolate. La idea es que su forma sea muy parecida a la de un tronco navideño, si quieres saber un poco más sobre este exquisito pan azucarado, aquí te dejamos todos los detalles:
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Origen
El Tronco de Navidad surge de una antigua tradición celta en la que cada familia salía de sus casas en busca de un enorme tronco de árbol. Se tenía la creencia de que los árboles, específicamente los robles, tenían poderes curativos y por eso se preferían aquellos que tuvieran una madera muy dura, resistente y de gran tamaño.
El tronco tenía que ser suficientemente abundante para que su llama durara toda la noche. Una vez que se seleccionaba, era decorado con hojas, pintura, cintas de colores y era encendido por el más grande y por el más joven de la familia.
Mientras el tronco se quemaba, las familias se reunían delante de la chimenea para cantar. Y al otro día se guardaban las cenizas como símbolo de prosperidad, protección y buena fortuna.
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El nacimiento del Buche de Noel
Con el paso del tiempo las chimeneas pasaron a segundo término, y con ellas la antigua tradición de quemar el trozo de madera. Así que a finales del siglo XIX el tronco de madera solo era utilizado como adorno navideño o centro de mesa, decorado con hojas, velas o golosinas.
Fue entonces cuando se cuece en los hornos del historiador y pastelero Pierre de Lacam este suculento pastel. A él se le atribuye la nueva tradición de cocinar cada Navidad este icónico postre.
Tradición que se extiende
Actualmente el tronco navideño ha ido ganando terreno, y es más frecuente ver que en cada pastelería se encuentra este rico postre en sus diferentes versiones, relleno de fresas, café o crema pastelera. Sin duda este es un postre que enamora a chicos y a grandes por igual.