Pequeños pedacitos de dulzura que adornan los estantes de diversas pastelerías del mundo, los cupcakes y muffins son los postres para llevar que además de ser deliciosos se comen fácil y gracias a ellos no tienes que comprar la torta entera.
Por: Fernanda Hernández @ferhernandez_v
Aquí te decimos algunas diferencias entre ambos, así podrás elegir el mejor dependiendo tus gustos.
Después de la primera guerra mundial las amas de casa comenzaron a preparar pasteles económicos que se popularizaron rápidamente. Esas masas esponjadas cubiertas de mermelada o merengue se preparaban para ocasiones especiales.
#QuizGourmet: identifica distintos tipos de pasteles
Cupcake
Llamados también “pastelitos de taza” estos pequeños bocados se elaboraban con la misma masa de los pasteles, pero horneados en pequeñas tazas de cerámica. Se comenzaron a popularizar en el siglo XX. Se caracterizan por tener una masa delicada, aireada y suave, acompañada de un relleno cremoso. Además de la clásica cobertura de queso crema. El momento de gloria de los cupcakes se dio gracias a la serie Sex and the City donde aparecía la pastelería Magnolia. La receta básica lleva huevo, mantequilla, harina y leche. Y el Buttercream se hace con azúcar glass y queso crema.
La diferencia con los muffins son: la masa, el relleno, el tamaño y la cobertura.
Mini postres y otros platillos a escala
Muffins
Este pastelito de origen inglés se servía para acompañar la hora del té. Es similar al cupcake por su forma, sin embargo la masa, tamaño y presentación del mismo varía bastante. Se elabora con una masa mezclada que puede llevar ingredientes extras como, nueces, almendras y frutas. Se preparan en moldes de papel encerado de tamaño mediano o papel pergamino. Además siempre se cubren con un crumble elaborado con mantequilla y harina, ya que estos nunca se decoran con ningún betún.