Recuerdo que de pequeña mi madre me decía…
¡No te vayas a comer esa manzanita, porque es venenosa y te puedes morir! Toda la vida crecí con esa creencia, hasta hace unos meses que por fin la probé. Se trata de la pingüica o chinkuili, un fruto que forma parte de nuestras vidas desde la infancia.
Por: Fernanda Hernández @ferhernandez_v
Probé el fruto prohibido en Candelilla 16, un Pop up muy mexicano. Al leer el menú en seguida me percaté del nombre; y no por raro, más bien porque me recordaba mis tacos favoritos. Le pregunté a uno de mis amigos y me contestó, recuerdas que las mamás te decían… Con risas en la mesa, ningún invitado lo dejó terminar, todos comenzaron a contar las anécdotas familiares.
El fruto prohibido
La pingüica o chinkuili es una baya en forma de manzana pequeña, que crece en arbustos, que llegan a medir hasta tres metros de altura. En México crecen de manera silvestre en las regiones áridas del país, sus hojas y tallos son similares al encino. Crece todo el año y da frutos sólo en los meses de Septiembre y octubre.
Este fruto es popular en los estados del centro del país, se encuentra a la venta en los mercados populares, casi siempre en polvo.
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En el estado de México elaboran tamales con chinkuili y frutas frescas. Los tarahumaras de la Sierra Madre Occidental preparan el tejuino con polvo de pingüica, para tener prosperidad y salud.
El fruto también es muy popular entre las mujeres, se utiliza como diurético para la pérdida de peso y para aliviar enfermedades respiratorias. Su sabor es dulce, con una ligera nota a durazno. El fruto fresco se puede usar en mermeladas y batidos; mientras que el polvo es ideal para infusión.