La comida mexicana se disfruta durante todo el año; sin embargo, existen recetas que saben aún mejor en ciertas temporadas. Oficialmente estamos en septiembre y eso solo quiere decir una cosa: pozole al por mayor. Verde, blanco o rojo, todos son válidos y exquisitos. Aunque el color ayuda a identificar cada uno, existen elementos más profundos que marcan la diferencia. En esta nota, te contamos sobre los acompañamientos que permiten disfrutar al máximo un buen plato de pozole.
Por: Desiree Perea
Un plato de pozole jamás debe dejarse solo
Nos queda claro que preparar este platillo tradicional no es nada sencillo. La paciencia es clave durante todo el proceso; un buen pozole hace que cada minuto de espera valga la pena por completo. Durante el mes patrio, se convierte en uno de los platillos favoritos, junto a los chiles en nogada y los antojitos. Una vez que el plato de pozole está servido, ¿qué sigue? Simple, sumar a los acompañamiento para completar el juego de sabores, colores y aromas.
Para algunos, un buen plato de pozole no necesita más que la carne (pollo, cerdo, camarón o vegetales), los granos de maíz y el caldo; pero unas simples gotas de limón o un poco de orégano en polvo pueden elevar la experiencia.
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Para el pozole blanco o rojo, estos elementos extras son casi los mismos. Todo depende de gustos personales, pero es común ofrecer lo siguiente:
- Cebolla
- Rábanos
- Chile en polvo o salsa de chiles secos
- Lechuga
A diferencia de otros platillos, aquí las tortillas se cambian por tostadas de maíz; usualmente se preparan con crema y una gotitas de salsa. Ahora, el pozole verde también es una versión favorita en el centro del país. Se prepara con carne cerdo también y el sabor es mucho más herbal, así como ligeramente picante.
Los acompañamientos para un plato de pozole verde cambian ligeramente dependiendo de donde se prepare. No suele servirse con rábanos frescos, pero si con cebolla, un poco de limón y se suma: aguacate fresco, chicharrón de cerdo y chile serrano fresco.
Cada receta tiene mucho que presumir
A partir de este mes, seguir la dieta se vuelve una misión prácticamente imposible. Disfrutar de la comida mexicana es uno de esos placeres que no debe limitarse. Si bien es importante llevar un control, realmente no tenemos que ser tan estrictos con el consumo. Durante septie, es imposible negarse a un buen plato de pozole y se vale.
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Una vez que el plato de pozole llega a la mesa, el comensal tiene el poder por completo para personalizarlo a su gusto. Aunque a simple vista pueda perecer algo básico, los pequeños detalles marcan la diferencia. Sin importar si eres amante de lo picante o prefieres algo más tranquilo, este platillo puede darle gusto a cualquiera.
Para presentar un plato de pozole, es todo o nada; muchas veces, es uno de esos platillos que prácticamente se desborda y eso es parte de su magia. Estamos a pocos días del día de la Independencia, y el pozole debe estar en la mira para el menú de la cena de este año.
