Las papas hashbrown se han convertido en un desayuno clásico en muchos países, especialmente en los Estados Unidos. Su sabor crujiente y su textura dorada han conquistado los paladares de miles de personas. Pero, ¿alguna vez te has preguntado sobre el origen de este delicioso platillo o cómo puedes prepararlo en casa con la receta perfecta? En este artículo, exploraremos la historia detrás de las papas hashbrown y te ofreceremos una guía paso a paso para hacerlas tú mismo.
Origen de las papas hashbrown
El hashbrown, tiene sus raíces en la gastronomía americana y comenzó a aparecer en los menús de los restaurantes estadounidenses a principios del siglo XX. El término “hash” se refiere a un plato de carne picada y papas, mientras que “brown” alude al color dorado que adquiere al cocinarse. Esta combinación dio lugar al hashbrown, que esencialmente son papas ralladas y fritas hasta obtener una textura crujiente. En el Reino Unido, los “hash” tradicionalmente incluyen carne picada y papas, inspirando su versión moderna.
Te puede interesar: Cinco variedades de papas en el mundo que deberías conocer
Receta y preparación de las papas hashbrown
Para preparar papas hashbrown en casa, necesitarás papas Russet o Idaho, ideales por su alto contenido de almidón que ayuda a lograr una textura crujiente. El aceite vegetal o de canola es perfecto para freír, ya que tiene un alto punto de humo. Sal para sazonar al gusto y opcionalmente pimienta, para añadir un toque de sabor. Puedes agregar otros ingredientes para darle un giro a tus hashbrowns, como cebolla picada que aporta un sabor adicional y ajo en polvo para un toque extra de sabor.
Te puede interesar desde Dónde Ir: Conoce Ke Papas
Para prepararlas, hay que pelar las papas y rallarlas usando un rallador grueso, pero si prefieres un hashbrown más fino, usa un rallador más fino. Colócalas en un tazón con agua fría y remójalas durante 30 minutos para eliminar el exceso de almidón y que las papas queden más crujientes. Escurre las papas con un colador y presiona con una cuchara o un paño limpio para eliminar el exceso de agua. Asegúrate de que las papas estén bien secas antes de freírlas, la humedad puede hacer que el aceite salpique y afecte su textura.
Te puede interesar desde Cocina Vital: Papa hashbrown con huevo y tocino
En una sartén grande, calienta suficiente aceite a fuego medio-alto, sabrás si el aceite está listo colocando algunas papas en el aceite; si burbujea, está listo. Coloca las papas ralladas en el aceite caliente en una capa uniforme y cocínalas durante unos 4-5 minutos por cada lado, hasta que estén doradas y crujientes. Usa papel absorbente para eliminar el exceso de aceite y añade sal y pimienta al gusto mientras las papas están aún calientes. Sirve de inmediato para disfrutar de la textura crujiente junto con huevos y tocino, por ejemplo.