El bao, un tipo de panecillo al vapor de origen chino, ha ganado popularidad mundial en la gastronomía por su textura suave y su versatilidad. Con una historia que se remonta a más de mil años, el bao ha sido un pilar en la cocina china, especialmente en la región de Fujian.
Historia y origen del bao
El bao, también conocido como baozi, tiene sus raíces en la antigua China. La primera referencia a este platillo aparece en textos de la dinastía Han (206 a.C. – 220 d.C.). Según la leyenda, Zhuge Liang, un estratega militar, inventó el bao durante una campaña en el sur de China. La leyenda dice que Liang creó el bao como una ofrenda para apaciguar a los dioses del río y asegurar el paso seguro de sus tropas.
Con el tiempo, el bao se convirtió en un alimento básico en la dieta china. Su popularidad creció durante la dinastía Song (960-1279 d.C.), cuando se desarrollaron técnicas avanzadas para su preparación. Los bao se hicieron comunes en las casas de té y en los mercados de las ciudades chinas. Tradicionalmente, los bao se rellenaban con carne de cerdo, aunque las variantes vegetarianas también se hicieron populares.
Características y sabor del bao
El bao se distingue por su textura esponjosa y su sabor ligero. La masa se prepara con harina de trigo, levadura, azúcar y agua, lo que le da su textura suave y aireada. Los rellenos varían ampliamente, desde carne de cerdo, pollo, ternera, hasta opciones vegetarianas como verduras y tofu. Los condimentos y las salsas utilizados en los rellenos aportan un sabor rico y sabroso, haciendo del bao una experiencia culinaria completa.
Los bao se cocinan al vapor, lo que les da una textura única y esponjosa. El proceso de cocción al vapor también ayuda a mantener la jugosidad de los rellenos, asegurando un bocado lleno de sabor en cada mordida. El bao se sirve tradicionalmente caliente, a menudo acompañado de salsas como la salsa hoisin, la salsa de soja o la salsa picante.
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Receta para prepararlo
Ingredientes para la masa:
- 2 tazas de harina de trigo
- 1/2 taza de agua tibia
- 1/4 taza de azúcar
- 1 cucharadita de levadura seca
- 1/4 cucharadita de sal
- 1 cucharada de aceite vegetal
Ingredientes para el relleno:
- 200 gramos de carne de cerdo picada
- 1 cebolla verde finamente picada
- Una diente de ajo picado
- 1 cucharada de salsa de soja
- Una cucharada de salsa hoisin
- 1 cucharadita de aceite de sésamo
- 1/2 cucharadita de jengibre rallado
- Sal y pimienta al gusto
Procedimiento:
- Preparar la masa:
- Disolver la levadura y el azúcar en el agua tibia. Dejar reposar 5-10 minutos hasta que la mezcla esté espumosa.
- En un bol grande, mezclar la harina y la sal. Hacer un hueco en el centro y verter la mezcla de levadura y el aceite vegetal.
- Amasar la mezcla hasta formar una masa suave y elástica. Cubrir con un paño húmedo y dejar reposar en un lugar cálido durante 1-2 horas, hasta que la masa haya duplicado su tamaño.
- Preparar el relleno:
- En un bol, mezclar la carne de cerdo picada, la cebolla verde, el ajo, la salsa de soja, la salsa hoisin, el aceite de sésamo y el jengibre. Sazonar con sal y pimienta al gusto.
- Mezclar bien todos los ingredientes hasta que estén bien combinados.
- Formar los bao:
- Dividir la masa en pequeñas porciones (aproximadamente del tamaño de una nuez). Aplanar cada porción en un círculo.
- Colocar una cucharada del relleno en el centro de cada círculo de masa. Cerrar la masa alrededor del relleno, pellizcando los bordes para sellar bien.
- Cocinar al vapor:
- Colocar los bao en una vaporera forrada con papel pergamino, dejando espacio entre ellos para que puedan expandirse.
- Cocinar al vapor durante 15-20 minutos, hasta que la masa esté esponjosa y bien cocida.
- Servir:
- Servir los bao calientes, acompañados de salsa hoisin, salsa de soja o salsa picante, según el gusto.
El bao es un platillo versátil y delicioso, ideal para cualquier ocasión. Su historia rica y su sabor único lo convierten en una joya de la cocina china que vale la pena disfrutar.