El restaurante, con gran vista a San Miguel, estrena espacios abiertos y un menú de platillos reconfortantes, que incluye una hamburguesa de sirloin
Trazo 1810, en San Miguel de Allende es, sin duda, un lugar conceptualizado para el deleite. Alonso Barragán, quien es socio y director, y el chef José Francisco “Paquito” González, así lo han concebido. Especialmente después de la pandemia, tiempo en el que la seguridad sanitaria cobró relevancia para que la experiencia de los comensales sea la mejor.
Por: Amilcar Olivares
Trazo se reinventó durante la contingencia por Covid; de forma arquitectónica, conceptual y gastronómica. Arquitectónicamente, además de estrictas medidas de seguridad y de sana distancia, ampliaron y “elevaron” su ya hermosa terraza, desde donde se puede observar el “trazo” de las ocho iglesias más importantes de San Miguel, incluyendo la Parroquia de San Miguel Arcángel, así como del Templo de San Francisco.
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El salón principal también lo reformaron para ampliar la barra de mixología y poner un techo retráctil que permite mayor espacio entre mesas y mejor circulación de aire. Todo en Trazo se volvió más abierto.
Conceptual y gastronómicamente, también pasó de ser un lugar de Fine Dinning a un lugar más casual-elegante y de comfort food, sin perder el concepto de atención precisa al detalle y de comida fusión mediterránea, con productos de temporada, regionales y de
alta calidad que ha caracterizado a Trazo siempre y que lo ha llevado a formar parte de la lista de los 120 Mejores Restaurantes de México de la Guía México Gastronómico San Pellegrino-Nespresso.
Ahora, es imperdible comenzar con un toast de mejillones: un rebanada de pan artesanal hecha en casa con un alioli de chorizo, complementado con mejillones a la mantequilla y vino blanco, además de lajas de chorizo español de producción local y un relish de pepinillo e hinojo, realmente exquisito.
También destaca del menú la burrata de mozzarella que va acompañada de duraznos y almendras tostadas; y la ensalada de betabel que sirven sobre un espejo de cremoso de toronja y un inaudito helado de queso de cabra.
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De los platos fuertes recomendamos la pesca al horno (certificada bajo la norma de “Buena Pesca”, que establece pautas para promover el consumo responsable de especies marinas en México) con hinojo rostizado y vegetales salteados en mantequilla clarificada.
No te vayas sin probar el risotto y camarón hecho con grana padana auténtico y complementado con limón real en conserva y polvo de apio. Además de la nueva hamburguesa casera con 250 gramos de molida de sirloin de alta calidad, con un pepino rostizado, bañada en queso de producción local y una mermelada de cebolla, todo dentro de un brioche de manufactura casera. Imperdible, casi obligada.
El matcha helado con tuile de trigo sarraceno y queso de cabra, es el complemento idóneo para cerrar un menú de deleite.
Nuestra recomendación es que vayas a Trazo a comer más bien tarde y que la sobremesa (y el disfrute) se extienda hasta el anochecer, para que tus ojos se deleiten, desde su terraza, con el atardecer sanmiguelense y su vista privilegiada desde este lugar que se reinventó para mucho mejor.