Por Raquel del Castillo @RaquelPastel83
Los sabores guerrerenses son el resultado de un mestizaje interesante en el cual europeos, africanos e indígenas aportaron sus alacenas a la gastronomía del estado la cual es muy basta. Esta es una pequeña muestra que Susana y Eduardo Palazuelosnos ofrecieron durante nuestra estancia en Acapulco:
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Pozole verde
Teniendo de base el pozole blanco, a este caldo se le agrega un pipián (pepita, epazote fresco, chiles verdes y tomates de milpa molido). Se acompaña de chicharrón, taquitos dorados de requesón, queso fresco además de darle más sabor con rábanos en rodajas delgadas, comino, cebolla picada y chile molido.
Tamales de canela
De estos te podrás comer muchos, pues es un tamal sin relleno y delgado envuelto en hoja de canela la cual le da un color café claro. Usualmente se acompaña de ensalada de pollo para los días de cumpleaños siendo el favorito de los niños.
Bolillo relleno de cerdo
Este manjar es para los domingos, el bolillo está horneado en leña y la carne en una cocción lenta de aproximadamente 12 horas en barro. Puedes agregar chiles en vinagre para darle un acento picosito y ácido que lo complemente.
Rompe-catre
También conocido como chilpachole. Su nombre es un tanto picaresco pues usan un pescado llamado cuatete del cual se dice que cuando se come en caldo proporciona mucha energía. Se cuece en agua con chile guajillo, cebolla, ajo y orégano además de camarones. De igual manera es típico del sotavento en Veracruz en donde lo preparan con jaiba y en Tamaulipas.
Agua fresca con piña y arroz
Para esos días de calor esta agua es una maravilla. La piña se muele con todo y cáscara además de arroz y canela. También es común de encontrarse en República Dominicana y Nicaragua.