3 experiencias culinarias que puedes vivir en Valle de Guadalupe

Las majestuosas montañas de Baja California son el telón de fondo del escenario en el cual se desencadena una serie de momentos mágicos en el Valle de Guadalupe.

Por Melanie Beard.

Con la sinfonía del canto de las aves en el aire y el suave mecer de las ramas de los árboles en la refrescante brisa, la escena está puesta para el espectáculo de lujo y sofisticación que procede, comenzando desde el momento que nos aventuramos por la Ruta de Vino del Valle de Guadalupe.

Aquí los colores florecen con la naturaleza y vistas espectaculares de montañas, viñedos, lagos y olivos, todo coexistiendo en perfecta armonía. Un destino sin igual, este es un paraíso para los foodies, donde joyas culinarias nos esperan entre los viñedos. Aquí te compartimos tres experiencias imperdibles.

El Cielo Winery & Resort

En primer lugar, éste es un edén sofisticado, auténtico y seductor. Este espacio de lujo atemporal se apoderó de mis sentidos y me sumergió en un universo de hedonismo.

Ubicado en 71 acres de ondulantes viñedos, este icónico hotel es un portal a las maravillas del Valle de Guadalupe – la encarnación de un sueño, una pasión y una visión: la creación de un recinto de relajación y excelencia cuya razón de ser gira en torno al vino.

Foto de El Cielo

En su restaurante Latitud 32 destacan los ingredientes de origen local y celebra lo mejor de la cocina de Baja-Yucatán.

Aquí me enamoré de sus deliciosos tacos de pork belly, los especulares tacos de jaiba y el exquisito tartar de atún.

Además, los sabores frescos, simples y vibrantes, provenientes directamente del Valle, nos hacen participes de las vistas que nos rodean. Las vides, pesadas con uvas, brillaban bajo un cielo eternamente azul.

Foto de El Cielo.

También tuve el placer de vivir una exclusiva cena maridaje en la cava de El Cielo Resort. Rodeada de botellas y barriles, bajo la suave luz de velas, el Chef Daboub me deleitó con deliciosos y originales manjares.

Probé desde escamoles servidos sobre un brioche con mantequilla, hasta langosta termidor con salsa de erizo.

Degustando en este escenario de fantasía los vinos estrella de la casa – Perseus, Orión y Centaurus –, mis sentidos tomaron un viaje por las 95 hectáreas de viñedos donde se cultivan 15 variedades de uva diferentes.

Borrego tatemado, el desayuno estrella del Valle de Guadalupe

Salvaje Restaurant

Un espacio autentico y con alma, aquí tenemos la oportunidad de observar desde la fermentación en las barricas hasta cómo se hace el envasado. Se trata de un loft sin ningún tipo de barrera que crea un concepto y una nueva experiencia dentro de la región.

También, el ambiente visual fue diseñado por el arquitecto Mauricio Cohen, joven talento mexicano creador de espacios arquitectónicos que ahora incursiona en el sector de la gastronomía lanzando este gran espacio.

Foto de Salvaje.

De la mano del chef Armando Vázquez, quien ha colaborado en varias cocinas, entre ellas, la del corporativo del chef Enrique Olvera durante varios años, y el chef Alex Bonilla, quien ha trabajado de la mano con Juan Arroyo el cerebro detrás de masterchef, degusté una amplia propuesta culinaria elaborada con técnicas provenientes de toda la República Mexicana.

Ambos genios culinarios detrás del menú de Salvaje, han creado una experiencia basada en el perfecto maridaje con los vinos.

Foto de Salvaje.

Además, entre las deliciosas entradas que deben probarse están el pan de elote con mole negro oaxaqueño y plátano frito, las setas fritas con puré trufado de coliflor, las sabrosas almejas chocolatas con piña tatemada, y una exquisita coliflor rostizada con mole de cacahuate.

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KousKous

Por último, Kous Kous Del Valle es un restaurante mediterráneo que encarna el espíritu aventurero y viajero de su propietario Moumen.

Con sabores originales y exquisitos que combinan productos locales con técnicas y recetas marroquíes, aquí tuve el placer de disfrutar de su compañía y de sus platillos estrella.

Probé el cous cous clásico, shashouka con camarones de la Baja y una típica ensalada mediterránea con queso feta.

Foto de Kous Kous.

Además de todos los Tagines típicos de Marruecos, imperdibles, el restaurante sirve una variedad de ensaladas, verduras y salsas orgánicas frescas, acompañadas de pita marroquí casera.

También te recomendamos probar los vinos de Anatolia, en la carta, además, ofrecen una buena variedad de cervezas de dos cervecerías locales: Aguamala y Wendlandt.

Foto de Kous Kous.

La barra del restaurante, ingeniosamente llamada Bar Mitzva – un juego de palabras hebreas – consiste en una clásica lista de cócteles Kous Kous, a la que se le agregaron algunos de los favoritos de los locales como el Gin Tonic, Rèvés Old Fashion y un Carajillo de inspiración marroquí.

Todo esto en un setting incomparable, con los viñedos del Valle extendiéndose hasta las montañas.

Notas de música marroquí juegan en la cálida brisa que mece las típicas lámparas de vidrio. Los aromas de los deliciosos platillos se entremezclan con el agua de rosas que perfuma KousKous – un verdadero portal sensorial.