Uno de los postres consentidos de los habitantes de Guanajuato entre octubre y noviembre, es la cajeta de muerto. Aprende a preparar este dulce tradicional.
Uno de los postres consentidos de los habitantes de Guanajuato entre octubre y noviembre, es la cajeta de muerto.
Este dulce es una tradición local desde hace decenas de años en los hogares de Guanajuato capital y es tan local que en otros municipios aledaños no la conocen.
Su elaboración es artesanal y muy hogareña, pues la receta se ha pasado de generación en generación.
En la antigüedad, en el norte del país llamaban cajetas a todas las pulpas de fruta que se dejaba reducir en el fuego hasta que tomaran una consistencia espesa, lo que ahora conocemos como ates.
El pan de muerto de Guanajuato, hecho con anís y bañado en cajeta
En la ofrenda, la cajeta de muerto se coloca en copas, tazas o vasos para deleitar con su aroma y sabor a los fieles difuntos que se fueron.
Los ingredientes para prepararla son de temporada, simples y fáciles de conseguir: camote blanco, morado o amarillo, azúcar, canela y guayaba.
Algunas personas le agregan ingredientes como piña, nuez, piloncillo, anís o jerez. Esto depende del gusto y la tradición de cómo la prepara cada familia o cómo les gustaba a los muertos que recuerdan cada año.
Se ponen a cocer y después se muelen, formando una especie de puré o compota. La parte más difícil del proceso es amalgamar todos los ingredientes en esta cajeta y menearla constantemente al fuego con una cuchara de madera en un cazo de cobre para evitar que se pegue.
La consistencia de la cajeta debe ser tersa, por lo que debe molerse muy bien, con un machucador (como se hace de forma tradicional) o un procesador de alimentos (como en los tiempos modernos).
Este dulce se come solo a cucharadas y en temporada de Día de Muertos se acostumbra untarlo en el pan de muerto de anís que es típico de Guanajuato. La consumen caliente o fría, igual en el desayuno que en la cena, o como postre después de una comida.
Variedades de pan de muerto en México
250 gr de camote.
350 gr de guayaba.
140 gr de azúcar.
1 cda de canela molida.
1 cda de azahar molido.
Lavar y pelar los camotes; introducirlos en agua inmediatamente para evitar que se oxiden.
Colocar los camotes con agua en un cazo de cobre, cazuela de barro o una olla. Agregar las guayabas sin semillas y poner al fuego hasta que estén bien cocidos.
Prensar o moler la fruta hasta obtener un puré. Pasarlo por un colador o cernidor para retirar grumos.
En un cazo a fuego bajo colocar el puré con el resto de los ingredientes.
Mover constantemente con una pala de madera para que no se pegue.
Cuando el puré se despegue de las paredes o al pasar la pala se quede marcado y se pueda ver el fondo, quiere decir que la cajeta está lista.