Los utensilios son elementos fundamentales de la cocina tradicional porque, así como los ingredientes, ofrecen un toque de sabor a las recetas.
En la cocina tradicional mexicana está gran parte de la historia e identidad de quienes habitamos en este país. Ahí están los colores, sabores y olores de México que hoy traspasan fronteras. Hoy aprovecharemos para contarte de 5 utensilios emblemáticos de la cocina tradicional mexicana.
Son las mujeres quienes, principalmente, han preservado y transmitido de generación en generación las recetas y secretos que mantienen viva la cocina tradicional, donde cada uno de los elementos que la integran son importantes. Entre estos componentes se encuentran los utensilios. Elaborados por manos de artesanos y artesanas, no solo han sido objetos para moler, voltear, revolver o cocinar los alimentos, sino que cada uno aporta un toque especial a las preparaciones.
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Es uno de los huéspedes más distinguidos de la cocina tradicional. Su nombre viene del náhuatl comalli y se utilizó mucho en la época prehispánica en el centro de México. De ahí, su uso se extendió a todo el país.
Tiene forma circular y tradicionalmente está hecho de barro, por lo que resulta un tanto frágil y se necesita cuidarlo bien para que dure. Al momento de usarlo, el secreto para que las tortillas no se te peguen está en curarlo con cal viva. Ésta última es una de las técnicas que mejor nos han enseñado nuestras abuelas.
El comal se utiliza para “echar” tortillas, pero también para asar o tostar semillas, chiles u otros condimentos.
Hecho de palma o tule, este utensilio es sumamente allegado al comal, pues se utiliza para encender el fuego y así poder cocinar los alimentos. También recibe el nombre de aventador y poco a poco se ha ido dejado de utilizar en las cocinas; su uso es más común en las comunidades originarias.
Su forma de abanico permite prender rápidamente los fogones, donde se colocan las cazuelas u ollas de barro. Así que este elemento tiene un lugar muy especial en la cocina, pues sin él no se podría avivar la lumbre.
En el comal se tateman los chiles, tomates y ajos, pero en el molcajete se martajan y se muelen para obtener una rica y tradicional salsa. Ésta se la puedes poner a una tortilla salida del comal, ¿no se te antoja?
Para moler los diferentes ingredientes se utiliza una piedra alargada que recibe varios nombre, entre ellos temolote, pero la verdad es que nuestras cocineras siempre piden la “piedra del molcajete”. Así que no hay mucha complicación con el nombre.
En cualquier cocina tradicional no faltan las cazuelas de barro: chicas, medianas o grandes. Lucen imponentes cuando, por ejemplo, en ellas se sazona el mole, sobre todo en estados como Guerrero, Oaxaca o Puebla.
Su forma redonda y profunda permite cocinar muchos guisos tradicionales, ya sea para una comida familiar o para una festividad. Nunca faltan en las mayordomías o bodas de las comunidades originarias.
Las cazuelas se han utilizado desde la época prehispánica y hoy se mantienen vivas en las cocinas gracias a las abuelas que siempre buscan darle un sabor especial a los platillos en estos recipientes.
Las cucharas y las cazuelas siempre van juntas a la fiesta del sabor. Estos utensilios, hechos de madera y en diferentes tamaños, se emplean para mezclar y mover cualquier tipo de preparación. Usar cucharas de madera, en comparación con las que se fabrican con otro material, tiene muchas ventajas. Son duraderas, resisten al calor y, si tienes que mezclar salsas espesas, son ideales.
Como ves, los utensilios son elementos fundamentales en la cocina tradicional. Ellos también aportan el sabor de cada una de las recetas que degustamos. ¿Cuáles de estos tienes en tu cocina?
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