Don Quijote de la Mancha es uno de las novelas más importantes del siglo XVI, que contiene platillos que siguen vigentes en los fogones españoles.
Miguel de Cervantes Saavedra escribió la novela de Don Quijote de la Mancha y entre molinos de viento y otras tantas aventuras también podremos encontrar un bagaje culinario en esta divertida lectura.
Por Pamela Trejo.
La alimentación de esa época en España se encontraba muy marcada entre las clases sociales. En el primer capítulo se puede denotar la comida repetitiva y austera de sus platillos en la aventura que emprende Don Quijote de la Mancha.
Los platillos hoy en día siguen vigentes y es muy interesante encontrar los diversos alimentos que rondan en toda la novela que generan una narrativa del que es lo que se comía en la Época de Oro en España.
Miguel de Cervantes narra muy bien la comida manchega y los alimentos que tenían a disposición el Quijote y su muy fiel amigo Sancho Panza.
En un inicio los platillos son descritos con ingredientes que se pueden conseguir en la naturaleza, un tipo de cocina campestre con animales de caza y pesca, pero también encontramos en el texto comidas de “clase alta” como en “Las bodas de Camacho” o bien los grandes banquetes de los duques.
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La primera frase de Don Quijote de la Mancha inicia como bien sabemos: “En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme” (y si prestamos bien atención) es seguido del párrafo: “Una olla de algo más que vaca que carnero, salpicón de las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos”, un inicio muy bizarro pero antojadizo. Aquí te hablaremos de cinco platillos interesantes de esta novela.
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Este plato se preparaba con huevo, sesos de cordero, tocino y torrenzo (es el chicharrón con carne). Este platillo tiene una historia alimentaria perteneciente a los judíos. En la actualidad en la cocina manchega se han retirado los sesos y es un platillo que se prepara de manera muy cotidiana.
En la mayoría de las noches Don Quijote de la Mancha cenaba salpicón, puesto que lo podía hacer con los sobrantes de la olla y se comía frito. Se preparaba con mucha cebolla, nabos y algunas legumbres; también con mariscos.
Este platillo es uno de los más representativos de la cocina manchega, este platillo era muy típico entre los campesinos cuando había momentos de escasez, se conforma de pimentón, harina, ajo y aceite, cuando hay carne también se agrega.
Este es el plato que más se menciona en la novela. Se trata de un platillo bastante complejo, pues tiene muchos ingredientes que van desde carne, cebolla, hierbas aromáticas, embutidos y legumbres.
En una parte del texto menciona Sancho: “dos manos de ternera que parecen uñas de vaca están cocidas con sus garbanzos, cebollas y tocino, y a la hora de ahora están diciendo cómeme, cómeme”.
Don Quijote de la Mancha, en una de sus tantas aventuras, logró cazar algunos palominos que son las crías de las palomas y las cocinó. Este platillo, aunque ya no existe, se puede comparar con las empanadas rellenas de carne ya que tienen una forma que se asemeja a un ave.
Entre todas estas comidas muy tradicionales el pan aparece mencionado 65 veces, la cebolla 10, el tocino nueve, huevos de codorniz 10 veces, así como aceitunas queso, vino y ajos; sin olvidar uno de los postres como mostillo y los buñuelos. Todo un itinerario de platillos diversos y deliciosos que nos deja esta maravillosa lectura.