Es momento de dejar atrás la idea errónea de que las tapas sólo son pequeñas rebanadas de pan tostado que están cubiertas con algún ingrediente adicional. En realidad, se trata de un platillo icónico de la cocina española con tantas variantes que incluso ha tenido cabida en cocina de autor gracias al giro que les dio Ferrán Adriá para incluirlas en la alta cocina, siendo que antes ya habían aparecido como referentes de la cocina en obras literarias como “Don Quijote de la Mancha”, donde se les nombraba “llamativos” puesto que se comían antes de la comida principal.
Aunque su origen no es del todo preciso, existen algunas historias que pretenden explicarlo. Una de ellas se sitúa en el reinado de Alfonso X de Castilla, quien debido a una prescripción médica, acostumbraba beber una o dos copas de vino al día, así que para evitar que el efecto del alcohol se le subiera a la cabeza, consumía algún bocadillo mientras bebía. Usualmente estos bocadillos consistían en pedazos de queso, algunas rebanadas de jamón o charcutería; con el tiempo, esta costumbre se transformó en un mandato real aplicable a los ciudadanos con la finalidad de evitar desorden en las tabernas, era ahí donde el bocadillo en cuestión se colocaba sobre jarras o vasos de vino, para evitar que alguien más lo bebiera por error.
Otra versión apunta que el rey Alfonso XIII se encontraba en una posada cuando se desató una tormenta de arena en la playa, justo en el momento en que había pedido una copa de Jerez. Para evitar que su bebida se llenara de arena e insectos, un camarero tuvo la idea de poner un poco de jamón encima de la copa, dicha presentación despertó la curiosidad del rey, quien quedó tan encantado que se comió la tapa y pidió otro jerez con todo y tapa. Naturalmente, sus acompañantes siguieron su ejemplo y poco a poco, la práctica se difundió. Incluso hay otras referencias que hacen mención de las tapas debido a su utilidad para evitar que el vino perdiera su sabor, así como para reponer energía entre horas de trabajo.
La verdad es que al tratarse de un patillo tan versátil, pueden tratarse de ingredientes fríos o calientes; de embutidos como lomo, morcilla, butifarra, chorizo, jamón y salchichón; con queso manchego, de tetilla, Cabrales, Mahón, Burgos y otros más; al igual que mariscos y moluscos entre los que son bastante comunes las gambas, anchoas, navajas, los pulpos y calamares. Incluso, las tortilla de patatas es por sí misma una institución entre las tapas, mientras que algunos otros ingredientes como setas, pimientos y aceitunas también son aceptados como tales.
Aunque su maridaje con vino se ha dado de forma natural, cada vez es más común que se les asocie con cerveza o sidra, aunque bien pueden acompañarse con bebidas sin alcohol. Las tapas son un fenómeno cultural español tan relevante, que incluso ya se les ha dado un verbo para salir a “tapear”; no debemos confundirlas con los pinchos, que son aperitivos de la cocina vasca.
Las tapas, por el contrario, pueden ser la antesala a una comida en forma, un tentempié o la comida entera por sí misma. Pese a que en sus inicios, se acostumbraba comer tapas pasadas las seis de la tarde, ahora es un placer posible en cualquier momento del día y ahora que Olí, el restaurante de tapas españolas del chef Vicente Torres se encuentra en Dôce-18 Concept House, será infalible probar su exquisita propuesta en San Miguel de Allende.
Más allá de visitar Olí por ofrecernos una asombrosa Paella Valenciana, Fideuá y Chuletón de Res como ejemplos de los fuertes de la casa, hay tapas tan surtidas como las Tostadas de atún marinado, el Pan con Jamón Ibérico y tomate, las Croquetas de Jamón Ibérico, la Bomba cola de res, el Taquito de Lechón; o bien, para quienes deseen experimentar algo extraordinario, el Bao de Oreja, los Huevos Rotos con Txistorra, la Torta Ahogada de Pato y los Calamares con salsa limón y wasabi ¿verdad que se antoja?
Dirección: Relox 18, Zona Centro, Colonia Centro, 37700 San Miguel de Allende, Gto.
Telefóno: para reservaciones: 4156883168
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