Santa Vida ofrece talleres gastronómicos para aprender a preparar platillos con un toque hogareño y confortable, desde una hamburguesa hasta menús saludables o para niños.
Cuando escuché hablar de Santa Vida pensé en la comida confortable que preparan las mamás y las abuelas en casa, en las recetas que se transmiten de generación en generación y en cómo los más pequeños de la familia admiran todo el proceso de servir la cena mientras realizan tareas sencillas en la cocina, como poner la mesa.
Después de este poemario imaginativo, volví a la realidad. Mi abuela falleció cuando yo era muy pequeña y el recetario de mi mamá incluye tres platillos: picadillo con verduras, pechuga de pollo a la plancha y sopa, a mí nunca me tocó aprender a cocinar, aunque vaya que sé comer.
Santa Vida es una opción para quienes queremos comenzar a elaborar nuestros alimentos de forma sencilla, saludable y con un toque hogareño, esto no quiere decir que sea simple.
“Nuestro objetivo es transmitir ese amor que tenemos por lo que hacemos cada día, compartir experiencias y enseñar cómo hornear y cocinar”, se lee una descripción publicada en la página de este negocio familiar fundado por madre e hija.
Entre los talleres que se imparten por un chef profesional, están los especializados en panadería y repostería, que se dividen por regiones: México, Francia e Italia, además de los que se enfocan en donas y alfajores.
También puedes aprender a montar un brunch (con todo y bagels de salmón) y a preparar: empanadas argentinas, diferentes tipos de arroces y hasta tu propia hamburguesa desde cero (pan crujiente, vegetales al grill, toppings, salsas y guarniciones).
Sin embargo, mis talleres preferidos al momento de consultar el temario, fueron los de pastas o pizzas y vino. Me encantó la idea de hornear mi propia margarita y sorprender a quien se atreviese a probarla.
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Durante el mes de abril se impartirán, además, clases de repostería para niños (desde los seis años), que incluyen técnicas sin horneado, decoración de galletas y elaboración de pastelitos.