El concepto fine dining es aplicado a restaurantes especializados que no solamente ofrecen platillos, sino toda una experiencia gastronómica. Para lograrlo es necesario que cumplan con 3 características esenciales. A continuación te decimos cuáles.
Por Alina Hernández @alinahernan
El menú en un fine dining
La parte más importante de la experiencia de ir a un fine dining es sin duda el menú. En un fine dining los ingredientes deben ser de la más alta calidad para que los sabores sean exquisitos. Existen algunos restaurantes que tienen sus propios huertos o están asociados con productores locales que crían y siembran exclusivamente para ellos.
No es necesario una carta larga, pero sí un gran menú. Además, debe ofrecer platillos que sean creaciones o interpretaciones propias del chef que solamente allí sea posible probar. También, los fine dinings suelen ofrecer menús degustación que van cambiando con regularidad, dependiendo de los productos de temporada. Del lado de las bebidas, un restaurante fine dining tiene una amplia selección de vinos que maridan con los platillos, bebidas espirituosas, cervezas, además de tragos diseñados exclusivamente para el lugar.
La atmósfera de un fine dining
La atmósfera del restaurante conjuga la locación, el espacio y el diseño del salón donde los comensales degustarán el menú, así como la iluminación, la música y la comodidad del inmueble. Todo esto conlleva un trabajo de decoradores que imprimen un sello distintivo, así como de artistas que realizan obras específicas para el lugar. Incluso los platos y los cubiertos son diseños únicos.
El servicio en un restaurante fine dining
El servicio también distingue un fine dining, pues todo está enfocado en ofrecerles la mejor experiencia a los comensales. Los meseros tienen un entrenamiento especial para poder responder a las preguntas sobre los platillos y hacer sugerencias, de acuerdo al gusto del cliente. Por otro lado, hay por lo menos un sommelier capaz de hacer recomendaciones de maridaje, de acuerdo a los sabores del menú. Además, es común que los chefs o los jefes de cocina se acerquen a las mesas, ya sea para explicar sus creaciones, despejar dudas y desear que tengan una gran experiencia.