Botanero Ofelia ofrece platillos para compartir al centro de la mes, como: esquites con tuétano y cortes de carne selecta.
En México la tradición de “botanear” es antiquísima. De hecho, hay lugares que se especializan en botanas: platos generosos y abundantes al centro, sin el protocolo de primer o segundo tiempo, servidos con la intención de que cada quien coma lo que se le antoja. Con la intención de compartir.
Por: Amilcar Olivares
Aunque nuestros lugares favoritos seguirán siendo las viejas y fieles cantinas del Centro Histórico, la oferta de neocantinas —espacios sofisticados, con interiorismo y comida de autor— se ha convertido en una gran opción para mantener viva la tradición de “botanear”.
Tal es el caso de Botanero Ofelia, a cargo del chef Ramón Moreno, que abrió sus puertas recientemente en Polanco, con una terraza envidiable sobre Masaryk y que prepara cocina mexicana, principalmente del norte de nuestro país y con una fuerte inspiración en la comida de cantina tradicional: comida grasa, monchosa, basta, golosa y abundante, pero sin perder su toque de sofisticación y cocina de autor.
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Botanero Ofelia recibe con mesas grandes, para compartir, que permitan poner muchos platos al centro. Su arquitectura e interiorismo se caracterizan por ser sobrios e incluir detalles cuidados y una elegancia casual que te hará sentir en un lugar confortable si quieres ir a comer con amigos o ver un partido de la Champions o la NFL. Mientras que su terraza se antoja para estos días de calor.
Te recomendamos pedir sus icónicos tuétanos con esquites de cacahuazintle, además de los betabeles asados a la sal negra con romero, que son una maravilla: imagínense un pescado a la sal, envuelto, encostrado, pero con la suavidad y sabor del betabel.
Otra estrella de la casa es su espectacular queso fundido, un queso orgánico de chihuahua, de altísima calidad, que te sorprenderá. También pide el Rib Eye traído de Monterrey, una de las mejores carnes que he probado últimamente y la Arrachera Josper de calidad sobresaliente. Si prefieres opciones más ligeras, está el pescado rasurado y el salmón al cedro.
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Otra de las virtudes de este lugar es que todos los tragos se sirven dobles. Además de que la mixología, a cargo de Rocío Farías, es de altísima calidad. Y cuentan también con un DJ residente, por lo que también se convierte en ideal para precopear y cenar espléndidamente.
Así que, salud por este tipo de lugares que sin perder la tradición nos envuelven en ambientes modernos, elegantes y pensados en la charla y el intercambio.