EL MAR EN LA MESA
Las coordenadas: Está anclado en una de las mejores esquinas de la ciudad, justo en Campos Elíseos y Temístocles, en Polanco, al pie de los hoteles más inquietos del DF. Desde fuera luce formal pero sin pretensiones. Su interior es depurado, acoplando elementos de diseño contemporáneo con artefactos retro; uno se siente referido a ciertos instantes en Miami, Acapulco o quizá en el fresco porche de una casona habanera.
La nave: El mobiliario en uso es moderno y se viste con una paleta variada de colores brillantes. De la ornamentación sobresalen un vetusto reloj despertador azul, un par de refrigeradores y una estufa que, de no ser por su verde limón y anaranjado impetuoso, podrían estar en la entrañable cocina de la bisabuela.
Los dos muros recubiertos de mosaicos tornasol, unos rojos y otros azules, atraen la atención; es inevitable fascinarse con los pisos que evocan diseños decorativos propios de casas clásicas de la península de Yucatán.
El detalle de las cubetas amarillas y verdes utilizadas para el acomodo de tostadas y cubiertos, es un atractivo casi lúdico que se roba las miradas. Las barras, tanto la de bebida, como la de ceviches son muy llamativas.
Misión y travesía: Rodrigo Estrada, cocinero formado en San Francisco, propuso al arquitecto Agustín Castro y al empresario Alejandro Lafarga, que unieran talentos para abrir un restaurante de cocina latina del mar. Para la ejecución de los platos, llamaron al chef Ismael Cortés y a Fredy Guerrero (formado con Gastón Acurio).
Lograron un restaurante con ambiente semi formal, donde la gente gusta de venir a comer sabroso, sano y por precios muy razonables. Aunque el ceviche es el anzuelo, Agua y Sal no se limita. Tiene un menú de sabor mexicano que aprovecha pescados y mariscos, incorporándolos a recetas novedosas con influencias cubanas, peruanas, chilenas, ecuatorianas y brasileñas.
Entre semana, la mayor parte del comedor se llena con ejecutivos y gente que labora en la zona. De viernes a domingo, llegan familias y visitantes de la ciudad. Agua y Sal ha logrado conquistar el gusto de los locales con una carta espontánea y cambiante, con ingredientes de temporada, y rasgos ingeniosos que no se distraen con barroquismos.
Quien tiene poco tiempo para comer debe saber que hay platillos que pueden servirse en cinco minutos. Esta es una de las mejores opciones de “comida rápida” en Polanco.
El capitán sugiere: Ceviche a la leña, con lenguado, camarón y calamar y una salsa de intenso sabor ahumado proporcionada por el chile “rayado” de Hidalgo. Se sirve acompañado de esquites asados ($135). También la degustación de cuatro ceviches ($165).
Platillos: Pulpo al olivo, con salsa de aceitunas negras y verdes, papa blanca, pimiento morrón, aceite, perejil, chile habanero y sal de Guerande ($125). “Chamorro” de marlin ahumado para taquear ($125). Filete de huachinango a las brasas con salsa de tamarindo y chile guajillo, sobre una cama de risotto de chícharo ($225).
De temporada invernal: Ceviche de mero y camarón en reducción de mandarina y chile de árbol, acompañado de pepino, chile cuaresmeño, cebolla y sal de gusano ($135).
El bar tender recomienda: Nanga Ti Feo, un martini con mezcal, jugos naturales de piña y toronja, tamarindo y chamoy ($85). Xpu-Ha, martini con vodka de durazno, mezcal, hpnotiq, pepino y sprite ($90). Zandunga, un coctel fresco, en old fashion, con mezcal, puré de mango, jugo de piña natural, jengibre y chile serrano ($85). .
Data
Campos Elíseos 199-A, colonia Polanco
Tel. 5280 9520
Domingo a miércoles de 12:00 a 18:00 hrs.
Jueves , viernes y sábado de 12:00 a 22:00 hrs.
Sábado y domingos, desayunos a partir de las 9:00 y hasta la 13:00 hrs.
www.aguaysal.com.mx
Tips
Date gusto probando las distintas sales gourmet disponibles: negra de Iava, sal roja de Alaea, rosa del Himalaya, sal de Chipre, rosa de los Andes, flor de sal de Guerande, sal ahumada con nogal y sal de Maldón entre otras.