Así puedes preparar el omelette perfecto en casa sin complicarte la existencia

Disfrutarlo no es nada complicado; pero, ¿prepararlo? Si, ahí está lo difícil. Ver un omelette en el plato nos hace pensar que es un platillo sencillo y sin mayor complicación, sin embargo, es todo lo contrario. Su preparación es algo más que simplemente cocinar una tortilla de huevo. Vale la pena perderle el miedo, pues el resultado hace que todo valga la pena.

Si estás decidido a perderle el miedo al omelette, entonces sigue leyendo. A continuación, te compartimos todo lo que necesitas saber para dominar como todo un profesional a un clásico para la hora de desayuno. ¿Listo para convertirte en todo un maestro del omelette?

Por: Desiree Perea

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Comienza el día con un omelette hecho por ti mismo

Seguro has optado en más de una ocasión en preparar huevos revueltos antes que aventurarte con un omelette. Si, todos hemos estado ahí; y es que lograrlo no es tarea sencilla. La buena noticia es que no es imposible, pero requiere de dominar la técnica a la perfección. Lo ideal es servir una pieza completa, con relleno abundante y que mantenga una buena humedad.

Preparar un omelette casero puede salvarte en el desayuno. — Desayuno salado con huevo y vegetales. Foto de Flickr.

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No cualquiera puede presumir el dominio del arte del omelette. Si quieres ser de los afortunados que pueden preparar este platillo siempre que lo quieran, vale la pena que sigas leyendo. Estos son los tips básicos que todo amante de la cocina debe saber para preparar el omelette perfecto. Así sólo tendrás que preocuparte por elegir un relleno diferente. ¡Es momento de poner manos a la obra!

1. Mezcla los huevos sin excederte

Para un omelette perfecto, el proceso de batido es lo primero que debe tener tu atención por completo. Debe ser suave pero efectivo. El objetivo es romper la estructura de las claras y yemas para que se integren por completo, pero sin incorporar demasiado aire. Un batido prolongado puede hacer que el omelette quede demasiado seco y quebradizo. Piensa en batir con un tenedor o un batidor de globo pequeño, solo hasta que la mezcla esté homogénea y ligeramente líquida, sin burbujas grandes.

2. Agregar leche ¿si o no?

En algunas recetas actuales es común encontrar a la leche como un ingrediente más dentro de la receta. Sin embargo, por más creíbles que sean las razones de su presencia, este ingrediente no tiene por qué existir dentro del omelette. Con el huevo es suficiente para lograr una tortilla firme y suave; la leche puede provocar que la estructura del huevo se vea afectada por completo. Para que el huevo tenga un sabor más profundo, puedes añadir especias o hierbas frescas; estos elementos deben picarse finamente para no arruinar la textura del omelette.

3. Sartén antiadherente y espátula de silicon, tus mejores aliados

La naturaleza del omelette lo convierte en un platillo delicado que puede arruinarse en segundos. Durante la cocción, es crucial manipularlo con mucho cuidado para evitar que se rompa. Debes doblarlo hasta que el relleno está sobre la mitad. Con ayuda de la espátula, despega los bordes con cuidado hasta asegurar que se pueda levantar sin problema. Cuida que no se pase la cocción, pues la tortilla se vuelve crujiente y se puede romper al hacer el doblez.

4. Control de temperatura

Finalmente, una vez que esta lista la mezcla del huevo llega el momento de cocinarla. No es nada sencillo, pero con práctica se puede lograr a la perfección. El fuego debe mantenerse en un nivel medio-bajo, el omelette se debe cocinar lentamente para evitar que se seque. Debes asegurarte de que toda la superficie esté engrasada; puedes hacerlo con mantequilla o aceite. La mezcla de huevo se vacía y debes mover el sartén ligeramente en forma circular para que llegue a todos los bordes. Cuando está completamente seco, entonces se puede añadir el relleno y posteriormente se dobla para formar una especie de quesadilla.