Baja California produce casi el 90% del vino mexicano. Esto es señal indiscutible de su liderazgo como región vitivinícola en nuestro país, pero también de su vocación como representante de una nueva cultura e industria enológico-turística. Hay mucho qué decir sobre los vinos de los valles de Baja California. Más allá de los placeres sensoriales que nos arroja una buena copa de este caldo sublime, esta vez hablaremos de su origen. De la vid, del terroir y del clima.
La región
Una cualidad afortunada de la zona vitivinícola de Baja California es que se encuentra ubicada dentro de una de las llamadas “Franjas del Vino” en el mundo. Entre los paralelos 30° y 50° latitud norte, específicamente. El clima, el sol y la lluvia que se presentan en estas zonas crean un ambiente benévolo para el cultivo de la uva. Y por supuesto, los vinos de los valles de Baja California están conformados por lo mejor de estas cualidades.
Los Valles de Baja California
El Valle de Guadalupe. Ubicado al noroeste de Ensenada, es sin duda el más conocido y afamado de los valles vitivinícolas de Baja California, no sólo por la calidad de sus tierras, sino por tener la extensión más amplia. Tiene una distribución perpendicular al mar, con una elevación de entre 200 y 550 metros sobre el nivel del mar y una distancia al mar media de 18 kms. Sus suelos son arenosos y fértiles, con un clima es similar al del Valle de Ródano en Francia o al de Napa en California.
Valle de San Vicente. Se encuentra al sur de Ensenada. Su topografía es colinar, con una altura de entre 200 y 400 metros sobre el nivel del mar. Sus suelos de arcillas rojas cuentan con buena influencia oceánica.
Valle de San Antonio de las Minas. Está al noroeste de Ensenada y tiene una ubicación perpendicular al mar. En cuanto a su topografía, es colinar dominante, con una altura de entre 250 y 500 metros sobre el nivel del mar. Tiene una alta influencia marina y suelos predominantemente graníticos.
Valle de Santo Tomás. Se localiza al sur de Ensenada, tiene una distribución perpendicular al mar, con una distancia media al mar de 25 kilómetros. La topografía está bien delimitada, con suelos con una fuerte influencia de arrastre de aguas (arenas y gravas). La elevación es de entre 250 y 350 metros sobre el nivel del mar.
Valle de Ojos Negros. Ubicado al este de Ensenada. Aquí se plantan viñedos de altitud, con poca influencia marina. Tiene una altura de entre 720 y 670 metros sobre el nivel del mar, con temperaturas extremas marcadas.
Los valles de Tecate y Las Palmas en el municipio de Tecate, tienen también una producción vitivinícola significativa.
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El terroir
En Baja California el terreno tiene diferentes características, que varían de arenoso a granítico o gravoso. Dadas estas condiciones de suelo, el agua escurre rápidamente y la raíz de la cepa apenas puede alcanzar a absorber humedad. Estas características estresan la cepa y por consecuencia, produce frutos que expresan una alta concentración de sabores y aromas en el vino.
Los microorganismos del suelo on también muy importantes, ya que gracias a ellos la planta absorbe los nutrientes y el carácter de la tierra. Se ha demostrado que los mejores indicadores de calidad se dan en las viñas más pobres en materia orgánica y de suelos más secos.
Cada uno de los valles bajacalifornianos cuenta con características propias ya que presentan ubicaciones diferentes, con variedad en las influencias marinas, intensidad de vientos, composición de suelos y micro climas. Durante el verano, los días son templados o cálidos y las noches frías, lo que permite un desarrollo de calidad de la uva para la elaboración de vino. A esto se le denomina intercambio térmico. Con la temporada de lluvias en invierno, la fruta madura agresivamente en el verano y la cantidad de azúcar por baya es excelente.
Por todas las características del terroir, los vinos de los valles de Baja California poseen una atractiva mineralidad, combinada con una alta intensidad de aromas y sabores así como un alto nivel de expresión aromática.
Varietales
En la zona del vino de Baja California se cultiva una amplia variedad de tipos uva. Los varietales tintos más cultivados son Misión, Grenache, Cariñana, Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Merlot, Malbec, Petit Verdot, Nebbiolo, Barbera, Dolcetto, Zinfandel, Syrah, Mourvedre, Cinsault y Petit Syrah, por mencionar los principales.
En cuanto a las uvas blancas de más producción están Palomino, Chenin Blanc, Sauvignon Blanc, Chardonnay, Viognier y Moscatel.
Con información de la Cofradía del Vino de Mexicali. Foto de portada: busolinea.com
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