El arte del buen vivir se comprende, practica y domina al entender el verdadero valor de los pequeños placeres de la vida de toda persona hedonista.
El arte del buen vivir se comprende, practica y domina al entender el verdadero valor de los pequeños placeres de la vida. Estos encantos están cautivos en momentos de magia: una buen copa de vino, una puesta de sol, un aroma que pasa casi desapercibido o un brillo que ilumina la sonrisa de nuestros seres queridos. Todo lo que vemos, tomamos, olfateamos y sentimos crea en nosotros la capacidad se asombro que conforma el corazón de quienes somos pasionalmente hedonistas.
Por Melanie Beard.
La memoria olfativa se rumora ser la gran impulsora de nuestras emociones. Aromas, fuertes y presentes o delicados y casi desapercibidos, nos remontan a momentos y vivencias únicas, cada una plasmada en nuestra memoria para después sorprendernos al recobrar vida.
Este sutil pero poderoso mundo de los aromas ha sido minuciosamente estudiado y perfeccionado por una de las empresas de belleza más grandes del mundo: L’Occitane en Provence. Los componentes químicos de las plantas y la riqueza de sus ingredientes activos son parte de la clave del éxito de la alta calidad de las formulaciones de los productos L’Occitane, cuyo nombre mismo comienza a evocar en nuestra mente el envolvente aroma de flores Mediterráneas y almendras.
Iniciando de forma casera, L’Occitane, mezclando ingredientes y tradiciones, celebra el bienestar que regala el clima Mediterráneo. Como símbolo de la Provence, la lavanda es uno de los ingredientes estrella de la marca, debido a sus propiedades relajantes y purificadoras. En torno a esta aromática planta Olivier Baussan, quien fundó la compañía a los 23 años de edad, ha creado un mundo en si mismo, evocando con cada uno de sus innovadores productos una infinidad de sueños y fantasías.
El vino es más que un exquisito elixir, es la historia, el terruño, la gente y la pasión que del cual proviene. Una culminación del amor al arte vinícola, el rojizo líquido que juega dentro de nuestras copas es el producto final de un largo viaje a través de viñedos, uvas, bodegas y botellas, lleno de aventura y minuciosa dedicación.
El Valle de Guadalupe es hoy la región vinícola más prestigiosa en México. Es aquí que nos encontramos con los viñedos más nórdicos del país, donde se ha creado con minuciosa atención un extraordinario mundo de sabores. Monte Xanic fue creado por el insaciable amor al vino de cinco amigos y un sueño compartido: En 1987 Hans, Ricardo, Eric, Manuel y Tomás, se embarcaron en esta aventura para crear vinos mexicanos de calidad.
Con cariño, perseverancia y trabajo consolidaron una marca que hoy es referente indiscutible de la industria vitivinícola mexicana. Su sueño excedió todas sus expectativas, al convertir a Monte Xanic en la bodega pionera, impulsora de la industria de vinos Premium en México y creadora de experiencias de hedonismo inolvidables.
Los diamantes son símbolos de eternidad, de lo inquebrantable. Hasta su nombre –proveniente de la palabra ‘adamas’– significa indestructible. Es por esto, además de su belleza estética, que encarnan la fuerza y resistencia del amor, el más hedonista de los sentimientos humanos.
Desde 1895, el dominio de la talla del cristal ha estado en las manos Swarovski. Su fundador, Daniel Swarovski, ha definido a la empresa con su constante pasión por la innovación y el diseño. En la actualidad, la familia Swarovski continúa esta tradición de ofrecer un estilo extraordinario y un brillo memorable a las mujeres de todo el mundo.
El proceso creativo de la marca ha llevado a mentes brillantes a envolverse más y más profundamente en el complejo e hipnotizante mundo de los cristales. La luz que parecería emanar de sus brillantes narra la historia personal de cada pieza y los más de 120 años de dominio te técnica artesanal que llevaron a su perfección. En su histórica sede central de Wattens se desarrollan cada día nuevas tallas, tonos y tamaños que desafían los limites del deslumbrante mundo de los cristales.