En Sicilia, Italia, el estilo barroco ha dejado su huella y muchas ciudades son testigos de su belleza. La encantadora ciudad de Ragusa está situada en la costa sur de Sicilia, en la ladera de una colina. La ciudad debe su belleza no solo al impresionante paisaje circundante sino también a una catástrofe natural. Después de ser devastado por el terremoto mortal que arrasó la mayoría de las ciudades de Val di Noto en 1693, Ragusa fue reconstruida como la pintoresca ciudad barroca que vemos hoy.
Por Deby Beard.
Ragusa hoy en día esta dividida en dos: Ragusa Superiore, que se encuentra en la cima de la colina, y Ragusa Ibla (el casco antiguo), en la parte inferior. Ragusa Superiore fue reconstruida después del terremoto en un terreno más alto y nivelado, y con un diseño de calles estructuradas. Los aristócratas de la ciudad antigua no querían mudarse a la nueva ubicación, por lo que decidieron reconstruir sus palacios en las ruinas de la ciudad vieja.
El Duomo di San Giorgio es el edificio más imponente de Ragusa Ibla y la joya indiscutible del barroco siciliano. La Iglesia fue construída a finales de los años 700 después de casi cuarenta años desde el comienzo de las obras.
Escondido en medio del laberinto de callejuelas empedradas dominadas por la magnífica basílica y catedral barrocas de Ragusa Ibla, Locanda Don Serafino ocupa un palazzo restaurado del siglo XIX, con arcos de ladrillo característicos y gruesos muros de piedra a la vista.
Encanto temporal, lujo histórico en Taormina, Italia
Miembro del prestigioso grupo de hoteles boutique Relais & Chateaux, Locanda don Serafino tiene solo once habitaciones, decoradas con muebles de madera artesanales tradicionales producidos por artesanos locales y cortinas cosidas a mano. Algunas de las suites están escondidas en la planta baja, excavadas en la ladera con paredes de roca expuestas y con un jardín privado y una pequeña piscina.
Muy cerca, el restaurante hermano del hotel “Don Serafino” cuenta con dos estrellas Michelin. Sirviendo comida local acompañada de más de 1700 etiquetas de vino, es uno de los mejores lugares para comer en la isla. El chef Vincenzo Candiano obtiene sus ingredientes exclusivamente en Sicilia, pero se inspira en más allá del Mediterráneo para elevar la cocina siciliana con su propio estilo.
Cenar en este restaurante único es toda una experiencia. El chef personalmente nos presenta con sus sugerencias y sugiere vinos adecuados para el maridaje. Las comidas se sirven en los establos bellamente restaurados de un antiguo almacén, con un patio al aire libre.
En la bella ciudad de Ragusa, la historia cobra vida. Perderse entre de sus pequeñas calles empedrada y dejarnos seducir por sus sinfín de bellezas arquitectónicas y artísticas, así como enamorarnos de su gastronomía espectacular, es empaparnos del sabor tan especial de la bella isla de Sicilia. El sur de esta isla nos recibe con maravillas barrocas y trae a la mente las palabras de Gabriel García Márquez, quien decía que ‘ir a Sicilia es mejor que ir a la luna.”