Preguntarnos qué es el arte resulta un ejercicio de profunda riqueza; un movimiento interior transformativo que nos lleva a descubrir cómo aprehendemos el mundo.
¿Qué es el arte? Muchos dirán que es sólo es una forma de expresión del ser humano. Otros que es una manera de denunciar realidades. Algunos más asegurarán que es una forma de relatar los tiempos. Y otros tantos declararán que es una manera de hacer ver la belleza y la perfección del mundo. De hecho, todas las teorías son validas en sintonía con cada cabeza. No hay una única verdad y como todo, es relativo. “De gustibus non disputandum est”, sobre gustos no se discute.
Hasta hace más de un siglo, el concepto encajaba perfectamente en el estereotipo rígidamente clásico. El arte se había encerrado dentro de reglas y parámetros hasta matemáticos para poderlo enseñar, también. Pero el arte es un ser vivo en simbiosis con las transformaciones del mismo hombre, quien a medida que cambiaba en el tiempo también modificaba y experimentaba con la perspectiva artística.
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De hecho, hoy en día el arte ha asumido diferentes roles no sólo como objeto de pura observación sino de provocación. Lo feo y desagradable también son arte cuando se utilizan para mover conciencias ante injusticias y realidades ficticias. Se utiliza para denunciar la maldad del ser humano en todo ámbito, como el político, social y religioso. Es una forma de protesta, una forma de exposición palpable, impactante y eficaz en muchos casos.
Patricia Piccini, “Kindred”, 2018. Silicona, fibra de vidrio, pelo. 103 x 95 x 128 cm
Francis Bacon, “Carcass of Meat and Bird of Prey”, 1980. Óleo y transfer sobre tela. 198 x 147 cm.
Desde el siglo XX, por ejemplo, el arte visual se ha desarrollado de infinitas formas. Como el graffiti que nace en los años 60 en Nueva York gracias a la cultura del hip hop, que quería ser libre de expresar frases en las paredes de las calles. Estas instalaciones artísticas acaparan poderosamente la atención de un numeroso público y permiten la interacción.
Bansky, Rage, “The Flower Thrower”, 2005. Mural urbano hecho con esténcil en Jerusalem,
Están también el Arte Cinético basado en la estética del movimiento.
Alexander Calder, “Antennae with Red and Blue Dots”, c.1953. Aluminio y alambre de acero. © 2019 Calder Foundation, New York / DACS, London
Y el Arte Conceptual nacido entre Estados Unidos, Francia e Inglaterra, que se centra en la idea y no en el objeto para favorecer la reflexión intelectual más que la visual.
Roelof Louw Fouler, “Soul City (Pyramid of Oranges)”, 1967. Naranjas, madera y plástico. Presentada por Tate Patrons 2013.
Sin mencionar todas las demás disciplinas artísticas como la danza, el teatro, la literatura… que han sufrido el mismo proceso de cambio. Probablemente en estos días el mensaje llegue aún más profundamente, porque al haber más libertad de expresión y siendo el arte totalmente subjetivo, cada espectador lo analiza, asimila y utiliza de diferentes modos.
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La importancia del arte es tal que a partir de 1920 se empezó a usar como terapia en caso de estrés postraumático, y más tarde ante enfermedades como cáncer, Alzheimer, demencia, esquizofrenia y muchas otras. Esto basado, según el neurobiólogo inglés Semir Zeki, en el hecho de que al estar admirando realmente una obra de arte el cerebro recrea el mismo estado del enamoramiento y produce una gran cantidad de dopamina, la sustancia que nos hace sentir felices.
Como podemos ver al final, el arte más que ser encajonado a la fuerza dentro de algún concepto, es y será -como la ciencia- otro instrumento de evolución humana necesario para el desarrollo y avance emocional, cultural y moral del mundo. El arte cada vez más rompe esquemas y empuja el hombre a desafiar los cánones y aprendizajes de vida, además de hacerle cuestionar sus propios límites. Preguntarnos qué es el arte resulta, entonces, una simple pregunta para una compleja respuesta.
Imagen de entrada: Mish Meijers & Tricky Walsh, “The Crocker Land Expedition (2018)”. Exhibition view: The National 2019: New Australian Art, Carriageworks, Sydney (29 March–23 June 2019). © Mish Meijers & Tricky Walsh. Courtesy the artist and Carriageworks. Photo: Zan Wimberley.
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