El verdadero rostro de 6 grandes artistas que no buscaban la fama

Al poco tiempo de convertirse en princesa de Gales, Diana, de tan sólo 20 años, se transformó en una de las figuras más populares de la historia y posteriormente en la mujer más fotografiada del mundo.

Por Armando Caso.

Las fotografías pueden también funcionar a la inversa, es decir, no tener una imagen que relacione al artista, es también un camino a la fama.
Hay exponentes en casi todas las disciplinas del arte: la literatura, las artes plásticas, la música, la moda, etc., a los que al parecer su fama es inversamente proporcional a su deseo de no querer ser famosos. Aquí te presentamos algunos.

D. Salinger

(Nueva York, 1919 – New Hampshire, 2010).

“Les aseguro que si fuera pianista o actor de cine o algo así, me reventaría que esos imbéciles me consideraran maravilloso -escribió en El guardián entre el centeno casi como una profecía-.

Hasta me molestaría que me aplaudiesen. La gente siempre aplaude lo que no debe. Si yo fuera pianista, creo que tocaría dentro de un armario”.

Stanley Kubrick 

(Manhattan, Nueva York, Estados Unidos; 26 de julio de 1928–St Albans, Reino Unido; 7 de marzo de 1999).

Director de cine, guionista, productor y fotógrafo estadounidense.

Considerado por muchos como uno de los cineastas más influyentes del siglo XX, a quien nunca le pareció una prioridad relacionarse personalmente con otros seres humanos, sino solo contar su historia, a través de sus películas.

Banksy

(Yate, Gloucestershire, 1974)

“If graffiti changed anything -it would be illegal”.

Seudónimo del artista británico de arte urbano, conocido (o más bien desconocido) por su misteriosa identidad, excepto por algunos datos biográficos sobre él, que se han filtrado con los años.

La Universidad Queen Mary de Londres y el periódico Mail on Sunday, lo identifican bajo el nombre de Robin Gunningham. Se cree que nació en una localidad cercana a Bristol en 1974 y que después se trasladó a la ciudad, en donde empezó a pintar sus famosas ratas con una placa o stencil y pintura en aerosol.

«Una pared es un arma muy grande. Es una de las cosas más desagradables con las que puedes golpear a alguien».

Pocas imágenes explican mejor esta idea que su mural Maid in London, en el cual una criada guarda la basura por detrás del muro: lo que no gusta se esconde.

Daft Punk

Dúo dinámico de DJ´s originarios de Francia, que revolucionaron la escena musical, haciéndolos acreedores de cinco Grammy´s.

Thomas Bangalter y Guy Manuel de Homem-Christo, dos niños de la alta sociedad, que hicieron lo que los avestruces, pues prefirieron esconder sus cabezas en cascos de robots para vencer la timidez.

Una vez con los cascos puestos, decidieron no mostrarse jamás públicamente con sus verdaderos rostros. Hoy en día a éste par de amigos se les puede ver paseando por Le Marais o lo mismo en Beverly-Hills.

Si no te los encuentras en París o Cali, una media docena de fotos de ellos sin sus cascos circulan fácilmente por la red.

Mina Mazzini

Diva italiana, convertida en mito. Totalmente retirada de la vida pública desde 1978, continúa emitiendo regularmente desde su mansión de Lugano (Suiza) éxitos como ‘Parole, Parole’ y otros temas que más bien parecen mensajes extraterrestres, pero que se convierten automáticamente en éxitos de ventas.

Hoy en día, Mina es prácticamente una alienígena procedente de la galaxia Maebe: la terra incógnita. Título de su último trabajo discográfico.

Martin Margiela

(Lovaina, Bélgica; 9 de abril de 1957).

Margiela es el diseñador que esquiva los retratos y busca siempre el camino menos transitado, buscando siempre el “wow factor”.

Fue conocido por no hablar con la prensa y por negarse a ser visto, ni saludar a los asistentes después de los desfiles o evitar fotografías que hicieran que su figura existiera más allá de la del hombre tras una de las marcas más relevantes de la moda, por poseer un estilo propio y una visión estética revolucionaria basada en la sencillez y la cotidianidad.

Ahora lo sabes, el hilo rojo invisible que conecta a todas estas figuras más importantes es que ninguno de ellos se dejó ver ni fotografiar para inmortalizar su legado.