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¿El arte influye en la moda o la moda influye en el arte?

Por: Bleu&Blanc 16 Oct 2019

Lienzos icónicos de artistas emblemáticos son recreados en textiles que caen sobre cuerpos femeninos y masculinos. Que el arte influye en la moda, desde el siglo pasado, es innegable. Las formas que ha tomado esta inspiración son obras de arte en sí mismas.

¿El arte influye en la moda o sucede al revés? Sin duda, una interrogante curiosa e infinitamente fascinante, como los mismos tópicos.
En los albores de los tiempos es evidente que el arte solo nació como una forma de expresión humana, una manera de relatar lo que existía, el entorno en el que se desenvolvían los primeros seres humanos. Mas tarde pasó a ser un verdadero documento ilustrativo y narrativo de costumbres, guerras, revoluciones y amores. Se volvió una manera de esconder códigos secretos y mensajes subliminales, claramente diferentes a los de ahora, que podían disfrazar ante el ojo común misivas importantes.
Y llegó el momento a principios del siglo XIX en el que el arte reviste finalmente un rol insospechado, el de musa de la moda. La moda se empezó a asociar a la cultura, así como el arte se asociaba a la cultura también, por lo que era inevitable que este punto en común hiciera firmar una emblemática y duradera sociedad entre moda y arte.

¿Qué es el arte? Una simple pregunta para una respuesta compleja

Cómo el arte influye en la moda

Los primeros que se lanzaron en esta experimentación, con mucha libertad y atrevimiento para la época, fueron Gustav Klimt y su compañera Emilie Louise Flöge (diseñadora de moda) quienes crearon largas túnicas que liberaban a las mujeres de los castigadores corsets en aras de la nueva corriente moderna de ver el mundo.

Le siguió la famosa estilista Elsa Schiaparelli, quien en complicidad con Salvador Dalí creo el tan inesperado vestido Langosta, el vestido Lagrimas y los sombreros Zapato.

Igualmente el genio creador de Dalí colaboró con la casa Dior. Así comenzó una larga fila de estilistas que empezaron a usar el genio creativo de los artistas para plasmar nuevas direcciones en la moda, y en cierto sentido en la cultura del vestir.
Yves Saint Laurent se enamoró de la obra de Piet Mondrian a tal punto, que creó una serie de vestidos a la Mondrian en sus colores básicos, que marcaron una época.

Se raptarían las noches de cielos estrellados de Van Gogh. Un Andy Warhol trasformaría la espectacular cara de Marilyn Monroe para que Versace la inmortalizara sobre un tailleur de fina factura.

Stella McCartney, Dolce & Gabbana y una extravagante de sangre española como Ágatha Ruíz de la Prada, que con toda graciosa irreverencia se ha inspirado en los bigotes de Dalí para algunos de sus modelos, así como centenares de estilistas volvieron su mirada hacia los lienzos y las esculturas de artistas pasados y contemporáneos para fusionar las dos vertientes.

Jeff Koons Masters Collection de Louis Vuitton
Que al arte influye en la moda es innegable, algo que ayuda a ambos campos a ser más notados y conocidos para todo tipo de público, ya no sólo el elitesco de las grandes maisons. Tanto así que Viktor & Rolf, dos diseñadores que crearon una marca de moda muy peculiar, han querido desafiar los limites de la vestibilidad, la funcionalidad y la forma, llegando al clímax de transformar los cuadros de museo en verdaderos vestidos.

Hoy día también empezamos a disfrutar de esa fresca e ingenua influencia que viene de los estilistas emergentes de África, Asia, China y la mayoría de los países latinoamericanos que se están inspirando directamente en sus ricas historias. En sus figuras estilizadas de piel morena, sus turbantes o fiestas de colores, la delicadeza de sus flores típicas y paisajes, los exóticos animales o la exuberancia del trópico. Todos cuadros naturales de su entorno que las hábiles mentes de los diseñadores saben transcribir sobre tejidos de seda, voile y algodón.

Pasarela en Londres de Carla Fernández
Uno que otro diseñador y experto de arte a lo largo de los años han aseverado que ninguna de las dos sirve a la otra sino que son individuales pero indivisibles, ya que tienen el mismo objetivo de recrear los ojos en la belleza, la estética, la proporción, el mensaje y hasta los cambios de la sociedad. Indudablemente una tarea hermosa y fascinante que nunca acabará, ya que mientras el ser humano desarrolle la mente, la materia y el espíritu, también estará creando. Y toda creación es arte. Y sí, el arte influye en la moda, pero también ocurre al revés.

Las colaboraciones entre arte y lujo más emocionantes

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