Glosario con todos los tipos de obra del artista.
A propósito de la exposición “James Turrell: Pasajes de Luz” , abierta del 22 de noviembre de 2019 a en Museo Jumex, presentamos un glosario para comprender la obra del artista estadounidense. Desde los “ganzfelds” hasta el uso del “espacio superficial”, éste es el ABC de la obra de James Turrell.
También conocida como “división de espacios”, son recuadros de color que se asemejan a una como pantalla LED o una pintura plana sobre un muro. En realidad es una proyección que abre el espectro a una nueva dimensión, como una ventana que deja ver otra de las coloridas salas del artista.
En la pieza Aqua Obscura (2013), el artista norteamericano situó una cámara oscura habitable situada en un subsuelo de ambiente victoriano. Este tanque subterráneo alberga una imagen proyectada del dosel del árbol que se encuentra en la superficie, a través del techo del tanque.
Espacios autónomos, construidos específicamente para ser activados por una persona a la vez. En las celdas perpetuas, la percepción del espacio es desafiada por la luz.
Desde finales de los años sesenta hasta inicios del 2000, el artista estadounidense ha construido una serie de cuadros vivientes desde los que se asoma una luz trasera. Esto crea una falsa percepción de profundidad.
En esquinas convexas, Turrell crea la ilusión de objetos tridimensionales a partir de una proyección.
En cuartos sin acceso a luz, excepto por proyecciones abstractas en distintos colores, el profundo concepto detrás de estos “Dark Spaces” reflexionan sobre lo que Turrrell describe como “lo que verías si te vieras en el acto de ver”.
Tal como sucede con la obra Roden Crater, la obra que Turrell ha estado construyendo desde hace 45 años —y que, a inicios de 2019 se anunció que está a próxima a inaugurarse—, este tipo de pieza consiste en intervenir de manera respetuosa a un entorno natural. Específicamente, al artista le interesa la transformación del espacio en hundimientos artificiales que se convierten en observatorios celestes. Esto se logró en 1996 con la creación de su Celestial Vault, un gran cráter artificial ubicado en Países Bajos.
Término alemán que se utiliza para describir el fenómeno de la pérdida total de percepción de profundidad, tal como sucede con la condición climática llamada “white-out”, en la cual la nieve y las nubes cambian la forma en que la luz se refleja sobre el paisaje.
En la obra de Turrell se trata del registro de ondas de luz reflejadas en una delgada capa de emulsión gelatinosa y transparente. A diferencia de los hologramas tradicionales que muestran objetos o sujetos, estos proponen presentar la forma de la luz per se.
La difícil labor de ilustrar en un impreso la obra de James Turrell se explica mejor en los bocetos que recrean las ideas detrás de los procesos creativos de su obra. Así lo atestiguan algunos de estos ejemplos.
Trabajos, sobre todo comisionados, en los que Turrell incorpora un diseño luminario para re significar una construcción.
Una pequeña apertura en sala con forma de la antigua y curva pantalla de televisión. Sobre todo, Turrell exploró este formato en la primera la década del 2000.
Turrell también ha incursionado en las artes performáticas. Sucede con “To be Sung”, presentada por primera vez en 1994 en el Festival de otoño de París. En esta pieza, los cuerpos de los intérpretes brillaron en un rosa y luminoso ambiente de misteriosa profundidad.
Una proyección al estilo Turrell consiste en la emisión de un haz de luz único, controlado desde la esquina opuesta de la sala en cuestión.
Una serie de tragaluces artificiales que, al igual que el resto de su cuerpo de trabajo, juegan con ilusiones ópticas a partir de recursos de luz y arquitectura.
Una versión más compleja y evolucionado de la concepción del tragaluz en la arquitectura. El “Skyspace” es un observatorio diseñado para estar en una sala de medidas proporcionales respecto a la apertura en el techo. Esta apertura puede ser redonda, en forma de óvalo o cuadrada. La obra puede ser hecha específicamente para una sala o integrarse a una arquitectura previamente existente, como sucede con el Jardín Botánico de Culiacán, construido en 2015 y abierto al público.
Como la palabra lo dice, son obras que construyen o se instalan en andenes estrechos. Con todo el estilo característico de Turrell, piezas como Pella pasaje (2005) o Deuce Coup (1992) se conforman por luces y colores que refuerzan la experiencia mientras delinean una trayectoria.
Es una combinación de luz natural y artificial que genera el efecto óptico de una interesante cortina continua sobre la pared.
Es un tipo de pieza digital programada para cambiar de color gradual y lentamente en un amplio rango de horas.
Este concepto, que se traduce literalmente como “obras de cuña”, comprende imágenes luminosas que dan la ilusión de muros o barreras.
Nacido en Los Ángeles en 1943, James Turrell tiene un extenso cuerpo de trabajo desde la década de los 60 hasta la actualidad. Sus obras, dispersas a lo largo del globo, desafían los límites de la percepción humana a partir de la luz, la oscuridad y los campos saturados de color.
Será presentada en Museo Jumex del 22 de noviembre de 2019 hasta el 29 de marzo de 2020. La exposición presentará nueva obra de las series más importantes de Turrell, que se distribuirán en dos de las galerías del Museo Jumex.