Amigos, estoy muy feliz de presentarles una edición de “Vinos y destinos. Viajando con Deby”. Me encuentro en Suiza, rodeada por un lago y los Alpes. Y tengo un invitado muy especial; él se encuentra aquí cerca en Francia, en Alsacia. Thomas Schlumberger, director de Domaines Schlumberger, a quien tuve la suerte de visitar en mi camino a Suiza y probar sus estupendos vinos. Todavía me queda un poquito de su Pinot Noir.
Thomas, qué placer platicar contigo de nuevo, aunque sea a través de Zoom. Cuéntanos más sobre tus vinos y el viñedo familiar.
Domaines Schlumberger se encuentra en la parte de Alsacia que colinda con Alemania y Suiza. Tiene magníficas vistas, el viñedo se encuentra en una montaña y pertenece a la familia desde hace 200 años. La casa Schlumberger fue fundada por mi ancestro Nicolás en 1810, y yo represento a la séptima generación de la familia.
Thomas, ¿naciste en los viñedos? ¿Tomabas vino en vez de leche?
Absolutamente, no había otra opción (ríe). Cuando naces en una compañía de vino debes beber en cuanto puedes.
Lo traes en la sangre. ¿Cuál es la filosofía de la casa Schlumberger?
Es muy simple. Producimos el vino blanco más mágico del mundo. Un vino seco, estilo Riesling, y algunos más. Nuestra filosofía como Domaines Schlumberger es producir vinos Grands Crus que vienen de cuatro viñedos específicos, todos en nuestro terreno: Kitterlé, Kessler, Saering and Spiegel.
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¿Cuantas hectáreas tienen en el viñedo?
Somos el viñedo más grande de la región, tenemos 140 hectáreas, 30 de las cuáles siguen procesos biodinámicos. Es muy grande, incluso para Francia. Es impresionante. Pero también es único porque está en una montaña. Tienes que tomar un jeep para descubrir el lugar. Y los viñedos están en terrazas. Hace mucho empleábamos caballos para llegar a cada rincón del viñedo y arar la tierra.
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¿Todavía?
Sí, tenemos tres caballos, que son miembros de la familia, y los usamos para airear el suelo en los sitios de tierra más compacta. Y todas las uvas son recolectadas a mano. A pesar de que la bodega es muy moderna, usamos técnicas tradicionales para hacer vino. Seguimos haciendo vino como lo hacíamos antes.
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Es muy bello, porque mezclan vanguardia y modernidad con tradiciones. Y eso le da toda la personalidad al vino, y calidad.
Otro punto importante de Domaines Schlumberger es que trabajamos sólo con nuestras uvas. No compramos jugo ni uvas de ningún sitio. Todo lo que pruebas en nuestras botellas de vino proviene de nuestros viñedos, y eso nos hace sentir muy orgullosos porque es importante saber de dónde vienen las uvas, cómo es el clima, el suelo…
Tienes todo el control, absolutamente. Como director de Domaines Schlumberger, Thomas, ¿qué hace a la región de Alsacia y a tus vinos, diferentes del resto del mundo?
Alsacia por sí misma es única, es un lugar muy especial, con mucha tradición y cultura proveniente de Alemania, porque Alsacia perteneció tanto a Alemania como a Francia en diferentes ocasiones. Ahora pertenece a Francia. Pero tenemos mucha influencia alemana. Al mismo tiempo, tiene una mezcla de ambas culturas, te sientes en ambos países. La gastronomía también es muy importante aquí, pasamos mucho tiempo cocinando y comiendo, siempre con vino, por supuesto.
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Hablando de los vinos, encontramos que tienen uva Pinot Gris, Gewurztraminer, Riesling, y Pinot Noir, como este vino que voy a beber. En ese sentido, aunque el clima es frío, tienen muy buena uva tinta.
En efecto, son las únicas uvas tintas que tenemos en Alsacia, el Pinot Noir Antes era muy difícil cultivar esta uva, hace unos treinta años, porque el clima era más frío, sobre todo en invierno. Casi toda esta uva era empleada para elaborar vino rosado. Pero ahora, con el calentamiento global, tenemos una mejor maduración de la fruta, y podemos producir un Pinot Noir más elegante y clásico. Es un vino muy fácil, que marida con casi todo. Y ese vino que tienes es una nueva versión de Pinot Noir, porque el 20% de las uvas estuvieron en barricas para dar mayor estructura. Apenas tenemos dos años haciéndolo así, y es una muy buena adición.
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Vamos a probarlo, mientras me platicas de los vinos que elaboran en Domaines Schlumberger.
Producimos vinos excelentes para disfrutarse solos en una terraza, como aperitivo. Y tenemos vinos mas gastronómicos, como la colección de Riesling Grands Crus que tiene una concentración muy elevada de fruta y es muy seco, de ahí que lo usamos más con comida, carnes, alimentos del mar. Y después, tenemos el Pinot Gris que va perfecto también con comida, y no olvidemos el Gewurztraminer, que es un vino de Alsacia exótico y muy perfumado, el cual consideramos perfecto con comida especiada.
Tus vinos son muy amigables tanto con la comida, pero también para disfrutarlos con amigos. Son muy democráticos, perfectos para un conocedor o para alguien que inicia en el mundo del vino.
También son muy fáciles de beber. Complacen a los invitados porque son vinos con finales limpios, perfectos para tomar solos o con comida. Y la etiqueta la renovamos también mi hermana y yo, para darles una apariencia más colorida, más amigable.
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¿Crees que el mundo ha cambiado alrededor del vino después de 10 años?
Absolutamente , es la parte mágica de estar en el mundo del vino. Nunca acaba, siempre aprendes algo nuevo y además ahora casi todos los países del mundo producen vino, de alguna forma. Esto ha hecho el mundo del vino muy interesante, siempre hay algo nuevo que descubrir. México es un gran ejemplo. Hace diez años que fui, había muy pocos vinos nacionales, y cada vez incrementa la cantidad y la cualidad.
“Copa de por medio” con Deby Beard y Livia Le Divelec, enóloga de Frescobaldi
Lo que amo de los vinos Schlumberger es que tienen diferente personalidad. En el vino, no buscas perfección, sería demasiado aburrida. Buscas carácter, un rasgo de personalidad, una expresión particular. Tus vinos, en ese sentido, tienen carácter.
Buscamos que tengan carácter y que reflejen algo. En este caso, queremos que reflejen la historia familiar y la región. Lo interesante es que cada generación de Schlumberger ha aportado algo a los vinos. No para ti, porque toma mucho tiempo crecer las uvas, la producción, todo… Así que, cada vez que experimentas o inviertes en algo, lo haces pensando en cómo lo aprovechará la siguiente generación. Ellos serán quienes lo disfruten y saquen ventaja.
Hablando de la nueva generación, ¿qué planes tienes a futuro?
No haremos nada diferente, tenemos esta tradición detrás que queremos continuar. Pero a futuro sí queremos incrementar nuestras prácticas biodinámicas en pro del medio ambiente, porque el tema ambiental será muy importante para las próximas generaciones y queremos dejarles un camino ya experimentado y andado, que venimos probando desde hace 20 años. Queremos mejorar en ese sentido. La región es preciosa, tenemos un paisaje hermoso y queremos cuidarlo. Me interesa cuidar mucho el viñedo más que la bodega, como tal.
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Veo que estás en el interior, que es precioso.
Sí, es el nuevo tasting room, lo inauguramos el año pasado. Y eso es algo que también quise hacer desde hace 10 años que llegué a la bodega, tener un lindo salón de catas para compartir con los invitados. Fue un proyecto importante para mí y me encantó el resultado. Refleja la modernidad con la tradición, y es ideal para recibir a nuestros invitados.
Se nota la parte francesa del savoir faire con la perfección y la técnica alemana. Una muy buena combinación, presente en la bodega y en los vinos Schlumberger. Fue un placer platicar contigo y beber tus vinos, que se encuentran en México, por cierto.
Siempre es un placer verte y platicar contigo, Deby.
Disfruta la plática completa entre Deby Beard y Thomas Schlumberger en el video que acompaña la nota.
“Copa de por medio” con Deby Beard y Gianmatteo Zampieri, General Manager Baglioni Hotel Luna
