Cuando de tipos de queso se trata, cada uno es más delicioso que el otro. Explora las variedades, consistencias y sabores para disfrutarlas como nunca.
¿Cuántos tipos de queso conoces? Hay muchos más de los que imaginas y cada uno aporta sabores increíbles a tus platillos. Estuvimos en el Seminario de Lácteos y Cordero de Real California Milk, y descubrimos algunos de los tipos más populares, versátiles, y deliciosos. ¡Acompáñanos a saborearlos!
Por Michelle López. Imágenes: Shutterstock
El sabor es suave y su textura es firme conservando la humedad; el color se mantiene blanco. Aprovéchalo en sándwiches o fundido en platillos cocidos.
Hay tres variedades, el tradicional, el de leche cruda, y el marmoleado. El sabor del tradicional va de ligero a extra ácido, y se puede personalizar con hierbas o chiles, incluso jamón, salami, salmón o tocino. La textura es firme y aunque puede ser color blanco, el más común oscila entre amarillo hasta el anaranjado. Es un queso muy versátil: para botanear, en sándwiches, fundido, desmenuzado o para gratinar. El cheddar de leche cruda tiene notas más ácidas y añejas, mientras que su color es blanco. Por su sabor más fuerte, lo recomendable es disfrutarlo sólo o con fruta y galletas.
Por su parte, el cheddar marmoleado incorpora ambas variedades sin mezclarlas completamente, de ahí la combinación de colores. Aunque el sabor puede ser un poco más intenso, los usos son los mismos.
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Es famoso por dividirse en “bolitas” o curds; su color es blanco de textura suave y húmeda. Aunque es bueno para ensaladas o dips, su uso más famoso es como acompañante de frutas por su bajo contenido de grasa.
Es blanco y suave, perfecto para untar o en rellenos de pechugas. Por su sabor ligero y textura es utilizado en sándwiches, baguettes, cheesecakes, y todo tipo de recetas tanto dulces como saladas.
Este queso es blanco y suave con una textura de semi-firme a firme por su concentración de humedad y grasa. Combinado con especias, chiles, o hierbas aromáticas es aún mejor. Fue creado en California y rápidamente ganó popularidad por sus múltiples usos: aprovéchalo para botanear, para ensaladas, recetas más elaboradas, o en tabla de quesos.
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Se distingue por su sabor fuerte de notas anuezadas y su color amarillo. Según su edad, puede ser duro o hasta muy duro, pero el sabor se mantiene suave; el añejamiento va de siete meses hasta varios años. Disfrútalo como botana, rallado en pasta y ensaladas, o en algún alimento caliente como grilled cheese.
Uno de los más famosos y apreciados, tiene un sabor suave con notas a nuez y textura firme; notarás su color amarillo y la cera que protege a la rueda. Puede combinarse con ajo, comino, jalapeño, o pimiento para un resultado delicioso en sándwiches, ensaladas, botanas o con carnes frías. También tiene una versión con leche cruda, conocida como Boere Kaas, cuyo sabor es mucho más intenso y penetrante, aunque sigue siendo amarillo y mantiene la textura firme.
Aunque tiene denominación de origen, muchos lugares lo retoman como queso tipo Manchego. Por ejemplo, la versión de California usa leche de vaca para crear un queso anuezado, con textura de semi-firme a firme, y de tonalidad blanca. Es perfecto para gratinar, rallar, usar en grilled cheese, o como botana mezclándolo con carnes frías o frutas.
Es más fácil encontrarlo en pequeñas cooperativas y mercados. Es blanco y suave, con un sabor no tan pronunciado, y con usos muy similares al gruyere o gouda por su similitud en consistencia y sabor.
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Tiene dos variantes, parcialmente descremado y empacado en agua. El primero es bajo en humedad, blanco, suave, y a menudo se combina con chile. Es el preferido para la pizza, y aunque estrictamente es queso fresco, suele estar agrupado con los semi-duros. Por otro lado, el empacado en agua se prepara con leche entera y se usa en ensaladas o como entrada, nunca en pizza. Las bolas pequeñas se conocen como Bocconcini.