Este 14 de abril se celebra el día de la uva Tannat, y para celebrarla como lo merece, nos dimos a la tarea de investigar más sobre esta especie. Sorpresivamente tiene su origen en viñedos europeos, pero llegó a América Latina para quedarse. Actualmente es una de las favoritas para hacer el vino tinto, aunque también se ha encontrado que son uvas buenas para los vinos rosados y espumosos. Para rendirle homenaje en su día, te contamos como es que encontró su hogar en Uruguay.
Por: Desiree Perea
Uva francesa en América
Los viñedos al sur de Francia fueron los primeros en ver nacer a la uva tannat. Pero con los viajes e intercambios de cultura, los migrantes de este país llegaron hasta Uruguay. De hecho, este país de América no fue el único al que llegó, también tomó presencia en Brasil y Argentina. Pero fue en Uruguay dónde los productores locales la dominaron al instante. Esta región comienza a tomar fuerza en el mundo vinícola y fue gracias a esta uva, que se ha colocado a la par rápidamente.
La historia comienza en el siglo 19 y con el paso del tiempo, las áreas destinadas para viñedos fueron creciendo. Gracias a la popularidad de los vinos producidos en esta nación. Hablando un poco sobre la anatomía de la tannat, esta especie suele tener más semillas que otras uvas. La forma del racimo es alargado y ligeramente redondo, además de que cada uno cuenta con muchas uvas, compactadas. El sabor de las uvas es dulce y contiene mucho jugo.
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Bondades de la uva tannat
Finalmente, un tema importante es el maridaje, los vinos con uva tannat son amables con el gusto de los que no acostumbran a tomar vino. De esta manera una buena tabla de quesos es el acompañante perfecto. Puede disfrutarse por las tardes o noches, en reuniones tranquilas. Asimismo, los estofados con carne de res, además de pastas con salsas intensas también suelen jugar bien con el sabor de esta uva. Los platillos muy condimentados dejan salir lo mejor de esta uva, así que no hay porqué tenerle miedo a la combinación .
En cuanto al sabor de los vinos con uva tannat, los sabores desde el primer sorbo son ligeramente ácidos, que se balancea a la perfección con el dulzor de frutas maduras. Al pasar más de 10 meses en barricas de madera, los toques ahumados no pueden faltar. Ligeramente puede notarse la vainilla o el cacao. Como es bien sabido, el vino con el paso del tiempo, mejora su sabor y los que utilizan esta uva son prueba fidedigna de esta frase.
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