Aunque el echalote es de origen asiático, suele utilizarse en la cocina francesa. Su sabor es dulce y suave, asemeja un poco al ajo.
Por Paulina Salgado
Este ingrediente, popular en salsas, es rico en vitaminas B y C, además de minerales como el potasio, calcio, magnesio, hierro y zinc.
Su apariencia es parecida a la de una cebolla pequeña de forma alargada, suele encontrarse en dos presentaciones: roja y amarilla. Cuando se parte se puede ver que su interior es de color morado y tiene una formación parecida a los ajos, de hecho es muy fácil de digerir.
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Se pueden conseguir durante todo el año, pero es mejor adquirirlo durante la época de invierno. Se recomienda almacenar hasta por un mes, en un algún lugar seco y fresco, siempre y cuando, aún no haya sido pelado, en caso contrario es mejor guardarlo en la nevera en un envase hermético.
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El sabor del echalote combina muy bien para usarlo en rodajas fritas y acompañado de tallarines tailandeses. También se usa para hacer vinagretas que acompañen el pescado. Es ideal consumirlo cruda en ensaladas donde puede aportar un ligero sabor picante. Y puede caramelizarse para servirse con aves y carnes asadas.
¿Te atreves a cocinar con este ingrediente?