Nos encantaría tenerlos disponibles a todos durante todo el año, pero es imposible. Hoy te decimos qué sí puedes hallar en esta temporada.
El fin del año está cerca y, debido al incremento del frío en México, algunas especies de peces están mucho más disponibles y ricas que nunca. Hoy te sugerimos el consumo responsable de cinco de ellas, que podrás preparar de distintas maneras en casa.
Toma nota:
Sí, ya podemos ver el fin de año cerca. El bacalao es un gran indicador de ello. Se trata de un pescado bajo en grasa y rico en omega-3, lo que lo hace ideal para ayudar a reducir niveles de colesterol en la sangre. Este producto marino también tiene propiedades antiinflamatorias y ayuda a proteger el sistema cardiovascular.
Algo que nos encanta del bacalao es que es muy versátil en la cocina. Más allá de la receta tradicional que preparemos con él en Navidad, puedes servirlo en una ensalada, cocinarlo en el horno y hasta hacerlo carnitas.
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Debido a que se trata de un pescado que nada toda su vida lejos del sitio donde nació, pero que al final de sus días vuelve al sitio exacto de donde proviene, se considera que tiene una gran memoria olfativa y que es un animal muy intuitivo y bueno para el funcionamiento de nuestro cerebro.
El salmón es considerado uno de los pescados más nutritivos. Es una gran fuente de proteínas de alta calidad, vitaminas y minerales. No obstante, su contenido de ácidos grasos es impresionante. Entre sus demás beneficios se encuentran la reducción de riesgo de cáncer, así como Alzheimer, asma, depresión y hasta esclerosis múltiple.
Puedes cocinar siempre de muchas formas un salmón. Nosotros te recomendamos que lo hagas añadiendo la menor cantidad de sazonadores e ingredientes adicionales posibles, para que lo disfrutes en su estado más natural. Siempre será delicioso.
Es uno de los pescados azules más famosos del mundo. Es infaltable en otoño por su asequibilidad en el mar; no obstante, porque su gama de sabores va bien con los demás productos de temporada que podemos encontrar en México.
Como todos los pescados de los que hemos hablado antes, éste es rico en ácidos grasos omega-3. También es rico en fósforo, selenio, yodo, hierro y magnesio.
Las sardinas también pueden consumirse de mil maneras. Sugerimos que prefieras siempre los ejemplares apenas sacados del agua, antes que comprarlos en lata. Encontrarás su carne fresca, lista para comer al vapor, a la plancha o a las brasas. Si aún no has comida una sardina asada, con unas gotas de limón y sal, te estás perdiendo de un gran manjar.
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Es uno de los más magros que podrás encontrar en el mercado. Por cada 100 gramos de su carne, podrás conseguir apenas 1.3 de grasa. Al consumir este pescado, podrás hacerte de potasio, fósforo y hierro, así como moderadas cantidades de sodio y magnesio, comparado con el resto de pescados frescos. El potasio derivado de comer lubina es importante para el sistema nervioso y para la correcta actividad y recuperamiento muscular.
Tienes que saber que es ahora justo la mejor temporada para comprar lubina. Entre más frío el clima, mayor disponibilidad de ellas en el agua.
En la cocina, aprovéchala para empapelados y hasta para poner a las brasas y hacer zarandeados. El sabor de esta especie va muy bien con el picante y con lo cremoso de los adobos que se utilizan para dicha receta.
¿Por qué no darle una oportunidad a los pescados de agua de río? Las carpas también pueden ser de criadero en México, por lo que su producción puede asegurarse mucho más.
Éste es un pescado semigraso, con proteínas que contienen todos los aminoácidos esenciales. También posee algunas vitaminas del grupo B, como la B2, B6 o B12, así como A y E.
Intenta cocinar carpas con salsas agridulces, así como al horno con rábanos picantes. Hay quienes las fríen con manteca de cerdo y las acompañan con cebollas caramelizadas y ensaladas frescas.