Platicamos con ocho profesionales del café quienes nos hablaron sobre los retos que enfrentan, sus próximos proyectos y metas
La participación de la mujer en la industria del café ha cobrado fuerza en toda la cadena productiva, desde recolectoras hasta directoras de marcas. Lo más dichoso de reconocerse es el apoyo y admiración que existe entre ellas.
En la historia del café de especialidad existen las “Tres olas del café”, es decir, los momentos icónicos en la comercialización y especialización del café. Es en la tercera ola que las mujeres comienzan a posicionarse como líderes en la industria, a especializarse como baristas, a abrir sus propias cafeterías.
Reconocidas y admiradas por MuchoCafé, presentamos el testimonio de diferentes mujeres con su perspectiva de los retos, oportunidades y satisfacciones en la industria cafetalera.
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“Las mujeres tenemos todo para triunfar. En muchas ocasiones es cambiar la mentalidad, modificar la cultura y usos suele ser complicado. Sin embargo, poco a poco, nos vamos abriendo camino hacia una igualdad en el café con los hombres”, dice Sylvia quien se ha desempeñado en asociaciones civiles relacionadas con café. “Las mujeres podemos ser grandes tostadoras y catadoras, desarrollarnos en ese ramo es una oportunidad para demostrar nuestras habilidades y el cuidado a cada grano. También, nuestro don de servicio nos da la oportunidad de generar clientes fieles y adeptos al café.”
Sylvia también es instructora especializada de la Specialty Coffee Association y del Coffee Quality Institute para arábica y robusta. Además de representante de la World Coffee Events; juez y organizadora de competencias nacionales e internacionales de café.
“Me enorgullece pertenecer a una comunidad donde hay más equidad de género. Los hombres son tan importantes como las mujeres y estoy orgullosa de compartir sin prejuicios la actividad cafetalera”.
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La pionera en el mercado de los cafés especiales emprendió AnaMary´s Café, una cafetería familiar hace 18 años. Además es juez y organizadora de competencias de café, certificada por la World Coffee Events y el Coffee Quality Institute.
“Tenemos que trabajar por la igualdad y equidad de género. En ocasiones, ciertos apoyos dentro de una finca se dan a los hombres. En ciertas regiones productoras, los hombres tienen más acceso a la educación y al final del día, el conocimiento es poder y esto les ha dado ventaja”, dice la instructora autorizada de la Specialty Coffee Association. “Tristemente, también se sabe de casos de abuso y acoso sexual y laboral (hacia mujeres).”
Por más de 16 años Patricia ha brindado consultoría a productores, baristas, tostadores, cafeterías y hoteles para contribuir al éxito de sus negocios, productos y servicios. Colaboró en medios del sector cafetalero. Actualmente es directora de
El Café de mi Tierra la Revista.
“Tenemos que reconocer la participación femenina en esta industria y de manera integral, el valor a su aportación al sector en el aspecto científico y humano; desde la producción en finca, hasta baristas y consumidoras, que buscan no solo mejorar sus vidas, sino tener una experiencia única en torno al café y que ésta se plasme en cada taza”, afirma Patricia. “El empoderamiento y participación de la mujer en la producción (de café) es columna vertebral en muchas familias, así como en las profesiones
adyacentes como catadoras, administradoras, ingenieras agrónomas e incluso comerciantes.”
Pertenece a los líderes jóvenes en México al generar exposiciones internacionales, que son una fuente de empleo para poner en
movimiento la industria de alimentos y bebidas de especialidad.
“Tenemos como reto aprender a ser creativas, asertivas, optimizar los recursos. He visto la evolución de las mujeres en este ramo. Ahora vemos a dueñas de fincas, tostadoras, baristas y sobre todo a muchas consumidoras. El reto es mantener la igualdad que el
mundo del café me ha otorgado”, opina Ana.
“Me enorgullece liderar la expo más importante de café del país, donde cada año reunimos a toda la cadena productiva y a los amantes del café, para quienes el café es parte de nuestra vida pues el café nos inspira y nos motiva a seguir; porque al final, todos somos café, todos tomamos café y amamos el café.”
Abogada con experiencia como servidora pública en materia de exportaciones, se especializó en el café y abrió Café Destino, donde exporta café y tiene trato directo con productores y tostadores. Actualmente, forma parte de la iniciativa “Todos por el Café”, cuyo objetivo es impulsar la economía de la industria del café entre barras de especialidad, tostadores y productores.
“Uno de nuestros retos es alcanzar la diversidad y la inclusión femenina dentro del ámbito profesional y laboral. Contar con más mujeres en posiciones críticas para la toma de decisiones. Las mujeres somos capaces de lograr un equilibrio en nuestra vida personal y la vida profesional. Debemos confiar más en nosotras”, dice Fabiola. “Cómo mujer mi máximo orgullo es ser fiel a lo que hay dentro de mí.”
Originaria de Tampico, Tamaulipas, a sus 27 años cumplió su sueño de abrir su propia cafetería en la Ciudad de México, aplicando sus habilidades como diseñadora y tomando cursos de barismo junto con su socio y pareja Antonino Di Biase.
“Mi trayectoria dentro de la industria del café ha sido de mucho aprendizaje, fuerza, paciencia y constancia, ya que es muy difícil ser mujer emprendedora porque las personas suelen asumir que alguien te puso el negocio, en ocasiones me enfrenté ante actitudes de
rechazo de proveedores o de empleados, ante la desacreditación de mi trabajo y esfuerzo, solo por el hecho de ser mujer. Sin embargo eso no me detuvo”, dice Ana Cecilia.
Desde los 20 años dirige Café y Té Quiero. Se auto refiere a sí misma como “mala-Barista”, lo que le ha permitido conectar con las personas apasionadas con el café y hacer un poco de broma respecto a cierta pretensión en el mundo del barismo.
“Comencé a emprender un negocio de café muy pequeña, todavía no terminaba la carrera y ya tenía que dirigir un equipo donde todos eran más grandes que yo. Ese ha sido mi mayor reto, el ganarme el respeto y confianza de mis colaboradores, proveedores y arrendadores, quienes por mucho tiempo a mí no me tomaron en serio, sobre todo algunos hombres”, recuerda Andreus.
“Veo una gran oportunidad como emprendedoras, como baristas y tostadoras. No porque seamos más capaces sino porque creo que vamos creando espacios y alianzas entre nosotras. Incluso entre emprendimientos de diversos tipos: café y libros, café y mascotas, café y joyería, café y cerámica… las posibilidades son infinitas”, añade.
“En realidad no hay una restricción a mujeres al mundo del barismo pero aún no se considera una profesión por muchas personas. Mi reto más grande ha sido ser constante, dedicada y profesional en un trabajo considerado de medio tiempo por muchos”, dice la multipremiada Ariadna Chaparro.
Para después afirmar que las mujeres “tenemos muchísimas oportunidades en toda la industria restaurantera. En particular en el
café.”