En Hidalgo, la tradición del Día de Muertos se extiende por todo el estado. Acompáñanos a conocer los distintos panes de muerto de Hidalgo.
En Hidalgo, la tradición del Día de Muertos se extiende por todo el estado y cada pueblo le rinde culto a los difuntos de diferente manera. Acompáñanos a conocer los distintos panes de muerto de Hidalgo.
Uno de los panes de muerto de Hidalgo más tradicionales, son las moriscas, hechas con harina, canela, huevo y pulque, una de las bebidas típicas de esta región que no podía faltar en estas celebraciones.
¿Qué hace diferentes a los mejores panes de muerto 2021?
Cuando una persona muere en Hidalgo, se acostumbra que en los velorios o en el novenario que se reza después de la muerte de la persona durante nueve días, a todos los asistentes se les da un pan, éste varía según el pueblo o la región donde se encuentre.
Por ejemplo, en Xochicoatlán, hay unos panes a los que se les llaman bodoques, son pequeñas bolitas de harina horneadas y cubiertas de azúcar.
En Huejutla también se elaboran pequeños panecillos que reciben el nombre de frutas de horno e incluso les ponen el nombre del difunto, dichos o cantos populares.
El pan de muerto de Guanajuato, hecho de anís y bañado en cajeta
En la huasteca hidalguense, la festividad de muertos se llama shantolo (Xantolo), en estas fechas en la región se prepara un pan llamado “peluca”. Hace algunas décadas, este pan se repartía durante los velorios y ahora se pone en las ofrendas y altares de muerto.
Está hecho de harina de trigo y se prepara en hornos calabaceros, es parecido a los pambazos, tiene una bolita de masa en la parte de abajo que asemeja a los chongos o molotes que se hacían en las pelucas antiguas.
También hay otro pan con el nombre de las festividades de Día de Muertos, Xantolo, que se prepara en esta región. Este pan tiene formas de figura humana con brazos y piernas y se adorna con distintos colores o natural.
En la región de Tula se acostumbran las gorditas de maíz amasadas con arena de hormiguero, esto nos recuerda el mito de Quetzalcóatl, quien llegó al inframundo para tomar los huesos precisos que dieron origen a la humanidad.
También hay roscas adornadas con ingtedientes de colores vistosos, panes con forma de corazón similares al corazón humano y de otras figuras.
Los hay barnizados, con azúcar blanca y rosa, con ajonjolí o al natural.
Otro tipo de pan son las famosas “cuelgas”, que se hacen de diferentes tamaños. Se trata de un pan similar en sabor y textura al llamado “pan de feria” de los pueblos, pero en lugar de ser una trenza, este pan es grande y ovalado, en forma de corazón o de otras figuras, se asemena a los espejos o adornos que cuelgan en las paredes y de ahí viene su nombre. Algunas traen letreros o nombres de personas.
Un pan similar a las cuelgas son las cruces adornadas con azúcar de colores y bordadas con la misma masa.
También se elaboran los cocolitos, borregos y tortugas. O las rosquillas aplanadas, muñecas para las ofrendas femeninas, angelitos para los niños y para los jóvenes que mueren antes de casarse. Hay panes de caballos grandes para los hombres mayores y pequeñitos para los niños.
En el Mezquital, el pan de muerto es una figura en forma de cuerpo humano completo o se hacen cabecitas, manos, huesos y hasta pezuñas de animales.
Hay panes en forma humana con los brazos cruzados, caritas de pasta pintada de colores vivos, panes de sal y dulce sobrios con ajonjolí espolvoreado o adornados con fondant multicolor.
Por último, están los panes con forma “cajitas”que corresponden a los féretros usados para el entierro. También la llamada “Rosca de la vida”, su consistencia es dura, se adorna con huesos o canillas de manteca que son la representación de huesos humanos y tienen una gran semejanza con aquellos que se hacían de masa en honor al dios Omacatl.