Era común que la pareja organizara cenas donde los invitados, elegantemente ataviados con cabezas de caballo, convivían con animales exóticos a los que se les permitía rondar el comedor.
En Mexico las cenas que ofrecían la mancuerna Kahlo-Rivera fueron famosas por su opulencia y por los nombres que presidían la lista de invitados, lo cierto es que quedan como juego de niños al lado de las reuniones que en Estados Unidos y países europeos patrocinaron Salvador Dalí y su esposa Gala.
También ve: Frida Kahlo y su amor por la cocina mexicana
Se cuenta que era común que la pareja organizara cenas/bailes/happenings donde los invitados, elegantemente ataviados con cabezas de caballo y otros objetos similares, convivían con animales exóticos a los que se les permitía rondar el comedor. Hay que recordar que los Dalí tenían un ocelote mascota.
La elección del menú no era asunto secundario y en estas cenas se servían platos como “anguila congrio del sol naciente”, “empanadas de rana” o “chuletas de ternera rellenas de caracoles”. Hay registros de que alguna vez ofrecieron ranas vivas.
Millonarios, surrealistas y entusiastas de la cocina, en 1973 los Dalí publicaron “Las Cenas de Gala”. Poquísimas copias se imprimieron de este libro de cocina Ilustrado por una serie de obras hechas ex profeso por el mismo Salvador. Aquí los relojes derretidos se dejaron de lado para dar paso a fuentes de cadáveres humanos y colas de langosta. Además de pescados con cuerpos de mujer y hombrecillos con pene gigante y cabeza de seta, para el capítulo de las comidas afrodisíacas.
El mercado legal tiene registro de 400 copias sobrevivientes de la edición original, pero en octubre de 2016 la editorial Taschen anunció una reedición de esta exquisitez gastrográfica, cuyos originales alcanzan precios de varios miles de dólares. El compendio incluye más de un ciento de las recetas originales que Gala y Salvador sirvieron a Buñuel, Disney, García Lorca…
También ve: Platillos exóticos alrededor del mundo
Entusiasta del atasque y la rienda suelta, en el texto Dalí advierte que “Las Cenas de Gala, con sus preceptos e ilustraciones, está dedicado a los placeres del gusto. No busques fórmulas dietéticas aquí. Si eres discípulo de alguno de esos contadores de calorías que convierten la alegría de comer en una forma de castigo, cierra este libro de una vez; es demasiado vivaz, demasiado agresivo y muy impertinente para ti.”
A pesar de lo exótico de las recetas, muchas formaron parte de la oferta de restaurantes del jet set parisiense: Maxim’s, Le Train Bley, Lasserre. En medio de las tendencias minimalistas, es un atrevimiento traer de vuelta tanta suntuosidad a las cocinas comunes de hoy, pero si alguien se atreve a seguir los consejos gastronómicos de Dalí, resérvenos un asiento. El libro se consigue en Amazon.