Las galletas danesas son una exquisitez que muchas personas disfrutan durante las fiestas decembrinas. Por eso, hoy te hablaremos de ellas.
Las galletas danesas son una delicia para muchas personas, especialmente durante las fiestas decembrinas. Por eso, hoy te hablaremos un poco sobre su historia, características y en dónde conseguirlas, así que no dejes de leer.
Por Sandra Carolina Jiménez Pedroza.
Las galletas de mantequilla se remontan al siglo XVIII en Escocia, en donde se les conocía como shortbread y se consideraban un lujo. Por ello, únicamente se preparaban en celebraciones como bodas y Navidad. No obstante, pronto esas galletas se volvieron un producto básico del país, así como de otras partes de Europa, como Dinamarca.
De hecho, fue en Dinamarca donde surgió en 1933 el grupo Kelsen, el cual adquirió otras marcas de galletas de mantequilla, volviéndose líder de ventas mundial. Asimismo, otro logro de la compañía fue la invención de la lata, pues mantenía la frescura de las galletas y evitaba que se rompieran.
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Así pues, las galletas danesas se convirtieron en parte de la tradición navideña de muchos países como Estados Unidos, el cual es su principal consumidor. De igual modo, conviene mencionar que, con el paso de los años, cada país creó sus propias galletas de mantequilla. Sin embargo, las galletas danesas todavía siguen triunfando, especialmente durante diciembre.
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Las galletas danesas están hechas a partir de harina, azúcar y mantequilla, además su forma puede variar, pues algunas pueden ser ovaladas, circulares o cuadradas. En cuanto a su sabor, éste puede ser de chocolate o vainilla, aunque las galletas clásicas no tienen ninguno.
Asimismo, existen algunas galletas que están cubiertas de azúcar.
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Por suerte, estas galletas crujientes están al alcance de cualquiera. Así que puedes comprarlas en tiendas departamentales como Walmart o Sam’s, pero si las prefieres caseras, siempre puedes prepararlas.
Ahora que sabes todo esto, no dudes más y corre por tus galletas.