Las fiestas no tienen que ser sinónimo de excesos. La nutrióloga Melissa Tena nos da consejos para disfrutar esta temporada sin culpas.
Amo la temporada navideña: las luces, los regalos, la música, las cenas… Además de pasar tiempo con amigos, con la familia y con muchas personas que es difícil ver en otro momento. Para mí es la mejor época del año.
Por: Nutrióloga Melissa Tena
Sin embargo, muchos de mis pacientes me han comentado que viene la época más difícil para cuidarse. Incluso se sienten estresados por las fiestas, “porque va habrá mucha comida y alcohol”. Y claro, después de los excesos, llega la culpa.
Pues déjame decirte que si piensas de esa manera seguramente eso es justo lo que va a pasar porque lo que pensamos tiene relación con lo que sentimos y lo que hacemos.
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El secreto para vivir las fiestas de manera saludable es justamente disfrutar y vivir el momento. Ya sé que vas a decir que disfrutas mucho la comida y por eso comes demasiado en estas fechas. Peeeero, esa es una mentira que te estás contando, porque cuando realmente disfrutas los alimentos no comes de más. Muchas veces lo que sucede es que te excedes porque estás pensando, por ejemplo, que después ya no vas a poder probar el delicioso pavo de la abuela o los romeritos riquísimos que hace tu mamá, y ese pensamiento, es justo el que demuestra que no estás disfrutando el presente, estás pensando en futuro.
¿Cómo puedes disfrutar de la comida en presente? Te voy a compartir cinco pasos muy sencillos en los que requieres todos tus sentidos:
Vista: Observa el platillo que vas a degustar: los colores, el vapor que desprende, las sombras y luz que componen su forma y textura, la presentación del mismo, incluso el montaje de toda la mesa. ¡Cómo se esforzaron en decorarlo todo y ponerlo tan bello!
Olfato: Antes de clavar tus cubiertos en el delicioso platillo que tienes enfrente, acércate sólo un poco para percibir su aroma, ese que te trae tantos recuerdos. Llena tus pulmones.
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Oído: Ahora sí, corta un poco del alimento y escucha qué sonidos produce al cortarlo, ¿Se escucha jugoso? ¿Crujiente? Pon atención.
Tacto: Llévate ese trozo del alimento que cortaste y toca tus labios, sin introducirlo, sólo paséalo por tus labios permitiendo observar la textura y la sensación que produce en ellos.
Gusto: Cuando estés listo, introduce el alimento en tu boca y deja que los sabores llenen tu paladar, observa la temperatura, los sabores, la textura, mastícalo lentamente y disfruta la reacción que produce en tu cuerpo.
¡Felicidades! Date las gracias por darte la oportunidad de comer conscientemente.
Disfruta de tu familia, convive, la razón de las fiestas es compartir, no todo gira en torno a la comida.