En estas fiestas dionisiacas corría el vino libremente y se hacían espectáculos dignos del dios del vino. Conoce más sobre esta tradición griega.
Al llegar la primavera a Grecia, se hacían cultos a Dionisio, dedicados a las emociones evocadas por el fin del invierno, un nuevo comienzo y el inicio de la fertilidad. Estas fiestas dionisiacas recibieron el nombre de Dionisias pero al ser comparados con las olimpiadas por ser de gran duración coloquialmente se les llamaron “dionisiadas”.
Estos cultos eran reuniones llenas de alegría, festejo, vino y espectáculos donde se hacían orgías dignas de un dios.
Por Mafer Beltrán, mafeer.beltran11
El vino fue tan importante para los griegos que incluso le atribuyeron un origen divino con el dios Dionisio (Baco para los romanos).
Se dice que este dios fue el creador de la planta “vid”, los excesos y el teatro por lo que liberó a los hombres de sus preocupaciones. La palabra vino procede de vinum, y ésta de la palabra griega οἶνος la cual se aproxima a la palabra sánscrita vana (amor), misma que dio origen a las palabras Venus y Venera. Tal relación se da por la antigua creencia en los poderes afrodisíacos del vino.
Las orgías que se hacían durante la celebración no eran solo de corte sexual. Este término se refiere al exceso de algo llevado a lo divino, sus orgías eran de vino y de comida. No se trataba de embriagarse y comer hasta vomitar, sino de entrar en un estado de entusiasmo auténtico, de sentir a Dionisio y llevar su esencia al máximo nivel.
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Pero además de esto, durante los festejos a este dios, se hacían diversas presentaciones teatrales en Atenas. En estas se celebraban concursos teatrales; lo cual, daría origen a la tragedia y la comedia, y con éstas el teatro griego, del que toman elementos todos
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