El café de especialidad es aquel que fue producido a través de la dedicación de las personas que han hecho que la calidad sea su máxima prioridad.
El concepto de café de especialidad suele ser confuso para los consumidores. Muchas veces lo relacionan con la existencia en las cafeterías de diferentes métodos de preparación (V60, kalita, prensa francesa, Aeropress, etcétera), pero no se trata de la forma de elaboración ni de la variedad de bebidas como el moka, cappuccino o espresso.
Según la Asociación de Cafés Especiales, el café de especialidad es aquel que fue producido a través de la dedicación de las personas que han hecho que la calidad sea su máxima prioridad. Se trata de cafés sin defectos que reciben 80 puntos o más en una escala de 100 por parte de catadores certificados que toman en cuenta el cuidado que se le ha puesto al aromático desde su cultivo hasta la elaboración de la taza.
Además es un café impulsado por una ética globalmente consciente; es decir, los consumidores se interesan por saber qué hay detrás de cada taza, de dónde proviene el grano y si se produjo a través de un comercio justo, que es un pago digno a los productores por la calidad de su café.
El café comercial, por su parte, es de menor calidad y generalmente no alcanza la puntuación mínima para ser de especialidad. Usa granos defectuosos y está destinado al consumo masivo. Aquí te presentamos las principales diferencias entre el café comercial y el de especialidad.
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