El queso manchego y el queso gouda suelen confundirse al momento de comprarse, sin embargo los dos son diferentes en muchos aspectos.
Encontramos queso hasta por el rincón mas inédito del planeta; el queso manchego y el queso gouda forman parte de esta basta gama de derivados lácteos y aunque se parezcan por fuera, su constitución es diferente.
Por Pamela Trejo.
Se considera que el origen del queso Gouda se encuentra arraigado a los Países Bajos en la época de la Edad Media.
Su nombre proviene un mercado famoso de quesos de la ciudad Gouda que surge en el siglo XIV (y sigue vigente en la actualidad).
La denominación de origen del queso Gouda fue oficial en el año de 1395 (aunque en ese momento eran derechos feudales), en dónde la ciudad de Gouda obtuvo el derecho para poder vender su queso con este nombre y así se convirtió en el emblema de pequeña ciudad.
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Las características de este queso son varias, en primer lugar, este queso se produce con leche de vaca pasteurizada, es de color amarillo y la costra que tiene arriba puede ser anaranjada, roja o amarilla.
En cuanto a la percepción del sabor es bastante sutil, pues no impacta al momento de probarlo cuando se trata de un queso joven; es grasoso y si está en rebanadas delgadas parece deshacerse como mantequilla. Se puede añejar por meses o incluso años, su textura y sabor van cambiando con el paso del tiempo.
El proceso del queso gouda comienza calentando la leche varias veces y en diferentes fases en las que se termina separando el suero del cuajo, posteriormente el cuajo se introduce en moldes generalmente redondos.
El periodo de maduración es de 3 a 18 meses, dependiendo el tamaño del queso. De esto también depende las variedades de queso gouda que son: queso Graskaas, Overjarig, Jong, Jong Belegen, Belegen, Belegen extra y Oud.
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El queso manchego tiene un origen de mucho tiempo atrás, los investigadores a lo largo de sus estudios y gracias a los restos arqueológicos, han encontrado que la producción de este mismo data de la Edad de Bronce, Antes de Cristo.
En esta época ya se elaboraba el que sería el antecesor del queso manchego, la leche con la que se hacía provenía de una oveja manchega, esta raza se mantuvo hasta nuestras fechas y es de ella de quién sale la materia prima para este queso.
El nombre del queso manchego proviene de su origen y denominación de origen, La Mancha, en España, aunque la DOP (Denominación de Origen Protegida) también la tiene Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo.
En cuanto al proceso de elaboración, el queso manchego se hace con leche de oveja de raza manchega, el sabor por lo tanto se vuelve más intenso al paladar y tiene sabores muy sutiles con acidez, es sólo un poco menos grasoso que el queso gouda.
Los tonos en la corteza son amarillentos y de igual manera, la leche se calienta varias veces, hasta que se separa el cuajo del suero.
Por el tiempo de maduración depende el derivado del queso manchego, existen tres variantes: queso manchego semicurado, curado y viejo.