El el hotel Mala Vecindad las habitaciones están decoradas con inspiración cervecera y todos los viernes hay catas. Además su menú de desayunos incluye platillos con tuétano.
La noche empieza a caer en la Ciudad de México y desde la terraza del Hotel Mala Vecindad se puede admirar el Monumento a la Revolución, bañado con los últimos latidos del sol mientras las luces de los alrededores se encienden; ahí, Ernesto y Benjamín nos reciben con una deliciosa cerveza artesanal y nos cuentan sobre el primer hotel cervecero en Latinoamérica.
Por: Percival Calderón
El concepto de Mala Vecindad surge de las segundas oportunidades. El hotel es un bellísimo edifico art déco de la época de los años cuarenta y cada uno de sus detalles ha sido rescatado del olvido y restaurado por tapiceros, carpinteros y herreros locales, pues la idea es dar vida nueva al viejo barrio integrando a la comunidad.
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El viaje inició con la restauración del hotel, pero aun cuando estaba listo, le faltaba un alma. Erneston y Benjamín la encontraron en las casas cerveceras mexicanas, así que poco a poco fueron recolectando experiencias por medio de catas en las que, al mismo tiempo, daban a conocer nuevas cervezas artesanales y añadían etiquetas a su oferta.
Si eres un amante de la cerveza sabes que existe toda una mística a su alrededor en la que los ingredientes y las preparaciones minuciosas tienen que ver con el resultado: colores, aromas y texturas que envuelven la experiencia, y es que no solo se trata de beber una cerveza, se trata de construir el momento perfecto y en Mala Vecindad, saben lo que hacen.
Las catas de cerveza artesanal mexicana suceden cada viernes y si quieres asistir solo debes registrarte en sus redes sociales y alistarte para vivir una experiencia única:
Cada viernes un maestro cervecero invitado por Mala Vecindad lleva sus mejores etiquetas y en medio de un ambiente perfecto en la terraza del hotel explica cuáles son los secretos de su cerveza; al mismo tiempo, el chef de Mala Vecindad prepara un maridaje perfecto para equilibrar o resaltar sabores.
Pero la experiencia no termina aquí, la idea del hotel es que disfrutes de la experiencia sin preocupaciones, así que al terminar la cata puedes pedir una habitación y seguir disfrutando de la carta de cervezas. Cabe resaltar que en Mala Vecindad, el amor por la cerveza se traduce en un amor por nuestro país, así que solo encontrarás las mejores cervezas mexicanas.
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A la mañana siguiente, te espera un delicioso desayuno que ya viene incluido con la habitación y aquí podrás elegir entre la especialidad de la casa: sopecitos de tuétano o probar unas riquísimas enchiladas rellenas de plátano macho o un omelette de chicharrón prensado. Eso sí, la mejor opción es acompañarlo con el atole de guayaba, totalmente insuperable.
El hotel está ambientado en torno a la cerveza, por lo que en sus 31 habitaciones encontrarás frases, motivos y ornamentos que giran en torno a esta pasión; además cuentan con un business center y un espacio de coworking, así que si tienes una junta de negocios o simplemente quieres trabajar en un espacio original mientras una chela artesanal te provee de inspiración, este es el sitio adecuado.
Aunque puedes disfrutar del hotel y de su oferta de cervezas artesanales el día que sea, la terraza abre de jueves a domingo; en ella, además del ambiente espectacular, podrás acompañar tu cerveza con una hamburguesa con champiñones con compota de chile guajillo y piña, alitas adobadas o una ensalada mediterránea acompañada de un choripán.
Finalmente, si te preguntas por las casas cerveceras, la oferta de Mala Vecindad es amplísima, pero las principales son: Cervecería Primus, Salón cervecero, TMA, Patito, 5 de mayo y Cervecería Barba Negra.