La manteca vegetal surge a partir del aprovechamiento del aceite de la semilla de algodón. Crisco fue la empresa número uno en promover este nueva grasa.
El entorno alimentario siempre se encuentra en un constante cambio, en México en algún momento pasamos del pulque a la cerveza o de las tortillas al pan. En Estados Unidos fue la marca Crisco por la manteca de cerdo.
Por Pamela Trejo.
Durante muchas décadas Crisco reinó en las alacenas americanas, esta “manteca” 100% vegetal innovó la forma de cocinar “más saludable y más económica” bueno… eso es lo que decía su marketing.
Todo comienza con la cosecha de algodón en estados unidos, como bien sabemos, uno de los productores más fuertes de esta fibra, durante el siglo XIX.
Se producía algodón por montones, esto les daba mucho trabajo a la gente, aunque la paga siempre fue poca y los esclavos negros eran los que se veían presos ante la precariedad humana.
Sin embargo, la producción en masa del algodón provocaba que se quedaran las semillas regadas para posteriormente colocarlas en grandes montones y dejar que se pudrieran, pero el olor de este proceso comenzó a ser un problema.
Fue en esta misma época que comenzaron los intentos en moler la semilla de algodón y utilizar el aceite que sale de éstas para hacer manteca. Sin embargo, el color resultaba obscuro y el olor era desagradable. No fue sino hasta finales del siglo XIX, que David Weeson, un químico de profesión, logró quitarle el olor y hasta el sabor a la grasa, dejando como producto final un aceite, el cual lo combinaban con manteca de cerdo para convertirlo en una manteca sólida.
En todos los lugares de Estados Unidos se consumía la manteca de cerdo, pero al momento de utilizar la manteca vegetal de semilla de algodón quedaron fascinados, pues sus pasteles, postres y otros platillos ya no quedaban con el sabor a cerdo y se podía combinar en sabores de mejor forma.
Varias marcas comenzaron su emprendimiento con esta manteca vegetal, sin embargo, en 1911, la marca Crisco cambió el orden del uso de grasa en el mundo.
Crisco comenzó a solidificar el aceite de semilla de algodón con un proceso que se llama hidrogenación, en vez de combinarlo con manteca de cerdo, a este proceso también lo comenzaron a llamar “el proceso Crisco” para que así se pudiera quedar en la mente de los consumidores, proyectando innovación y calidad.
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Para su venta Crisco sólo mencionaba que era aceite vegetal sin incluir el ingrediente principal: el aceite de semilla de algodón, esto fue porque este aceite empezaba a tener más renombre dentro de las comunidades, pues empresas sin ética rebajaban el aceite de oliva con el de semilla de algodón para que rindiera así que lo consideraban un líquido que servía para alterar otros productos.
Con el paso del tiempo, Crisco se fue posicionando, gracias al mercadeo que hicieron y se ganaron la confianza de los americanos.
Los beneficios de esta nueva manteca era el sabor neutro, a diferencia de la manteca de cerdo y la mantequilla, el tiempo de vida de anaquel a diferencia del aceite de oliva y aguantaba temperaturas altas de fritura.
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Todo este conjunto de propiedades, así como el hecho dd que fuera 100% vegetal, logró que las tradiciones alimentarias de este país fueran diferentes, abriendo paso a otras opciones dentro del consumo de grasas en los años 1960, logrando colocar a la marca Crisco como el parteaguas de las mantecas.