Aquí te decimos cómo hacer un ganache de chocolate perfecto dependiendo lo que quieras preparar en casa.
El ganache de chocolate es una mezcla de nata con chocolate cobertura al 70%, que se usa bastante en repostería y pastelería. Se prepara vertiendo nata (crema de leche) caliente, y chocolate semiamargo.
El ganache de chocolate es muy versátil; se puede usar en tartas, trufas, pasteles, galletas, rellenos y cupcakes. Se puede hacer con distintos tipos de chocolate: semiamargo, leche, blanco e incluso rubí.
Dependiendo el tipo de ganache de chocolate, es la cantidad de nata que se usa. Para una receta básica se usan, dos partes de chocolate por una de nata; con estas porciones queda una crema untable y firme. Para una ganache de “cubierta”, se necesitan las mismas cantidades, más un elemento que le aporte brillo: puede ser mantequilla, aceite de coco o azúcar invertido.
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Lo bueno del “ganache” es que se puede hacer con varios tipos de chocolate, eso hace que tenga diferente textura, sabor y consistencia. Por ejemplo para las trufas el chocolate semiamargo aporta mejor consistencia; se puede enriquecer con algún licor y frutos secos o semillas.
Para la cobertura de un pastel te recomendamos aumentar la cantidad de nata, para que la mezcla quede más untuosa. Si quieres hacer un ganache de chocolate blanco o rubí, debes tener en cuenta la cantidad de grasa de la nata (debe contener de 34 a 40 % de grasa), así evitas la mezcla se separe. (Esto se debe a que este tipo de chocolate tiene más cantidad de manteca de cacao, lo que hace que entre más grasa la mezcla tienda a separarse y esa textura no es la ideal para los postres).
Para elaborar ganache, debes calentar la leche a punto de hervor, y enseguida vertir por encima del chocolate. Después mezclar con una espátula y dejar enfriar.