Las características de la miel natural va desde su consistencia espesa hasta pruebas de color al mezclarse con otros ingredientes
La miel cuenta con propiedades nutritivas que ayudan a nuestro organismo, pero para gozar de todos sus beneficios necesitamos consumir un producto auténtico y completamente natural. Si quieres saber si ese botecito que compras en el mercado es miel artificial o no, aquí te dejamos una breve guía.
Apariencia: tiene ligeras impurezas, como pequeños trozos de polen y cera.
Textura: es espesa por lo que tarda en caer de una cuchara, si la miel se desliza fácilmente es una señal de que está muy húmeda y puede ser de baja calidad.
Agua: La miel artificial se disuelve fácilmente con el agua, en cambio la natural puede tardar un poco más.
Miel cristalizada: Con el tiempo la miel natural puede cristalizarse (solidificarse), pero si la miel que compramos nunca cambia su apariencia nos indica que está procesada.
Color: Otra forma de saber si la miel que tienes es natural o no es por su color, tan solo necesitas mezclar unas gotas de yodo en un vaso con agua y añadir una cucharada de miel, si el color de la miel se convierte en azul, significa que está mezclada con almidón de maíz.
Para conseguir una miel que sea natural es mejor obtenerla de alguna tienda de productos naturistas o en mercados orgánicos.