Gordon Ramsay prepara un nuevo documental para tratar a fondo el problema de adicciones que tiene la industria restaurantera en todos sus niveles.
Vista desde fuera, la gastronomía parece consistir sólo en glamour y una constante fiesta de sabores y belleza. Sin embargo, quienes desean pertenecer a ella deben pagar un precio muy alto y se vuelven los candidatos ideales para el abuso de sustancias tóxicas.
Por Michelle López – @Mich_Lv
Para quienes frecuentan el mundo de la hospitalidad y restaurantes este fenómeno es ya bien conocido. Las adicciones, sea a alcohol, a estimulantes, o a cualquier sustancia que estimule el rendimiento, son demasiado comunes debido a la presión extrema de la industria y a las largas jornadas de trabajo. Muchos sienten que es imposible resistir 18 horas de faena en una cocina sin un pequeño “empujoncito” que los ayude a mantenerse despiertos y funcionales.
Este problema ha sido llevado recientemente a la luz con el chef Gordon Ramsay y su nuevo documental, Gordon Ramsay on Cocaine. El controversial cocinero explica la relación de la gastronomía y su “sucio secretito”. Cocineros, ayudantes, staff de sala, todos sienten en algún momento la necesidad de recurrir a la cocaína para seguir adelante.
Ramsay cuenta que prácticamente todos los baños de sus 31 restaurantes han dado positivo en un análisis de cocaína. Y el problema no se queda ahí: también recuerda ocasiones en que comensales le han pedido un soufflé espolvoreado con azúcar y cocaína.
Es un secreto a voces y una situación cada vez más normalizada, pero Ramsay desea generar una conciencia más profunda de los peligros que implica: en 2001 su cocinero principal, David Dempsey, falleció debido a una sobredosis precisamente de cocaína.
Cerca de 41% de los 265 chefs encuestados para un estudio del sindicato británico Unite reconocieron utilizar este tipo de estimulantes durante sus jornadas laborales, mientras que otro 27% reconoció consumir alcohol mientras trabaja.
Una de las esperanzas de expertos y analistas es que el nuevo documental de Ramsay no sólo muestre la problemática, sino que se dirija a las causas y ofrezca soluciones de fondo para el desgaste extremo que representa la vida diaria de la industria culinaria.