Pruébalo como acompañamiento de tlayudas, tacos de carnitas y frijoles caldosos.
Además de la hoja santa y la pitiona, la cocina oaxaqueña existe también gracias al chepiche. Quizá su nombre no te parezca tan familiar, pero debes saber que se trata de una hierba silvestre de gran uso gastronómico en dicho estado al sur del país, así como en Puebla, donde se le llega a conocer como pápalo delgado, pipicha o pipisa.
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Se trata de una hierba de brotes delgados y largos, que muchas veces terminan en flores moradas en sus extremos superiores. Se le encuentra en prácticamente todo el territorio de los Valles Centrales, en Oaxaca, así como la Sierra de Puebla, y lo que más la identifica es el olor.
No podemos explicarte a qué huele porque, si no la conoces, nunca has olido algo similar. Lo más cercano que podríamos comparar con ella es, justamente, el pápalo. Pero lo que identifica al chepiche en todas partes es su sabor fuerte. Lo es tanto, que para comerlo casi siempre hay que acompañarla con algo más.
Además de aportarle gran aroma y sabor a la comida, el chepiche es bueno para la salud. Se le reconoce por ser un laxante natural, así como por tener efectos antioxidantes y ayudar a disminuir los cólicos menstruales.
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El chepiche aporta vitamina A, así como fósforo, hierro, calcio y fibra.
Tanto en Oaxaca, como en Puebla, esta hierba se cocina en frijoles caldosos, sopas calientes variadas y consomés. También es común en tamales, tlayudas y como acompañamiento de tacos con carnes grasosas, como barbacoa o carnitas.
Si tienes oportunidad de conseguirlo en algún mercado, o directamente en Oaxaca y Puebla, no lo dudes: el chepiche es un ingrediente que hace toda la diferencia una vez que se pone a hervir en una cacerola.