Carlos Chicken es más que un locutor, hace standup, conduce eventos y también cocina. Descubre qué tan versátil es dentro y fuera de la cocina.
Carlos Muñoz tiene muchas facetas pero en ninguna de ellas ha sido un Chicken. Este apodo con el que se le conoce desde hace algunos años, podrá haber sido reflejo del parecido que llegó a tener con un personaje del cine animado, pero Carlos siempre ha luchado por lo que desea y se ha sabido adaptar a los cambios. Sus talentos son tan variados como sus gustos en la cocina: es locutor, conferenciante, standupero y conductor. Sin poder encasillarlo en un sólo concepto, esta es una breve muestra de cómo es el Chicken que escuchas en tu radio.
Por Ingrid Cubas @ingrid_cb Fotografía cortesía de Carlos Muñoz
Desde que era niño me gustaba hablar y entrevistar a la gente, en la prepa tomé talleres de periodismo y sabía que quería estar en el medio pero cuando entré a Frecuencia CEM mientras estudiaba en el Tec de Monterrey, me quedó claro que ese era el camino. En mi último semestre, Grupo ACIR estaba haciendo casting para ser comentarista deportivo y de los 500 candidatos que tenían, me eligieron. Comencé a trabajar ahí el 1 de agosto de 2005 como reportero de deportes, después de tomar una suplencia en Panorama Informativo me invitaron a quedarme en el programa. Comencé a participar en otros espacios y en julio de 2013 me ofrecieron mi espacio en Mix, después de 8 meses me cambié al turno del morning show y hace poco cumplí dos años en ese horario, a partir del 8 de agosto me podrán escuchar de 9 a 12 de la noche.
Cuando estaba de 6 a 10 de la mañana, desayunaba en la cabina; ahora estaré de 9 a 12 pero sin importar el horario, la compañía es mutua. Podemos interactuar e incluso hago notas sobre distintos temas de comida porque me apasiona, la comida siempre está presente.
He descubierto que hacer radio me ha dado tablas para poder manejar tonos, inflexiones y pausas que le dan impulso a mi rutina. Me gusta que quienes me escuchan, ahora pueden verme en esa faceta.
Hablo de cosas que me pasan cotidianamente. A diferencia de otros géneros de humor, el standup está basado en vivencias propias con las que la gente pueda identificarse.
Cuando te das cuenta de que en este país necesitamos hacer consciencia sobre muchos temas, sobre todo cuando tengo el privilegio estar frente a un micrófono para que la gente escuche lo que tengo que decir. Es por eso que he participado en campañas sobre el cáncer de mama o nutrición infantil. Hace poco formé parte de una campaña con Domino’s Pizza donde Lula Martín del Campo era otra de las voceras, este proyecto llamado “Semillas que llenan vidas” reunió 4 toneladas de arroz y frijol para abastecer a muchos comedores de México que alimentan sanamente a niños.
Antes me gustaba la comida sólo para comérmela y siempre he sido muy fan de ir a restaurantes, pero hace un par de meses comencé a ver programas de cocina y he aprendido a hacer cosas. Mi nutrióloga me ha ayudado dándome consejos para comer mejor y ahora también me divierte cocinar.
Me parece un programa muy bien hecho que encontró cómo llegarle a todos los segmentos de la población. Benito Molina está haciendo un papel increíble en Manzanilla, Betty Vázquez también ha logrado cosas grandes en la Riviera Nayarit, y la forma que tiene el Chef Herrera para cocinar de forma más casera, ha logrado hacer que la gente voltee a ver lo que hacen los chefs. Ellos tres le dieron un valor auténtico al programa y si le sumamos la presencia de otros grandes chefs en distintos capítulos y el movimiento de su comunidad digital, termina atrapándote por completo. Benito me enseñó que en México no se pesca salmón y que al comerlo no estamos ayudando a nuestros productores, ahora cuando como fuera de casa busco productos que vienen del campo. Esa es la gran influencia que ha tenido Master Chef en mí, sin darme cuenta, ya estaba tuiteándoles todos los domingos.
Creo que un menú que me invita a descubrir, es realmente llamativo. Una carta como la de Dulce Patria de Martha Ortiz te hace imaginar cómo se vería el platillo antes de pedirlo. Otro ejemplo es Azul Condesa de Ricardo Muñoz Zurita, porque los nombres de los platillos son historias para dejarte sorprender, lo mismo ocurría con Izote de Patricia Quintana. Por otro lado, las combinaciones inesperadas me llaman mucho la atención. Evidentemente, para que regrese, la comida tiene que estar rica y el ambiente debe ser muy cómodo para que la pases bien, pero sobre todo, buscas que quienes te atienden puedan ofrecerte un buen servicio.
Me encanta descubrir cosas y sabores, desconocidos para aprender y conocidos para saborearlos de otra forma.
Aunque no como mucho picante, amo la comida de Yucatán, Oaxaca, Puebla y Michoacán porque es muy difícil que le digas NO a algo que está hecho con el corazón. Admito que tengo muchas debilidades como el risotto, los cortes de carne, las cosas con témpura y los postres. Para ocasiones especiales, casi siempre ha coincidido que he comido algo con queso, porque me encanta.
Admiro mucho a Benito, Betty y Adrián, a Aquiles Chávez, Lula Martín del Campo, Martha Ortiz, Enrique Olvera y Mónica Patiño. Es muy satisfactorio ver que tenemos tan buenos chefs en México y poder entrar a una fonda para encontrar grandes talentos de la cocina que están desarrollándose. Para mí, mi mamá cocina delicioso; sus molletes, albóndigas, moles, adobos y el pipián que hace… todo me encanta. Recuerdo que hacía un postre de malvavisco con arroz inflado y jamás he encontrado uno igual, me acuerdo y se me hace agua la boca.
En China he visto las cosas más raras: escorpiones, cucarachas y caballitos de mar preparados en brochetas. Me sorprendía que sólo los ponían al fuego y se comían de inmediato, como se trataba de la parte más turística de China, salubridad siempre está al pendiente. Lo que sí me animé a probar fue un té de plátano con hielo seco. En una ocasión llegué al Fairmont de Lake Louise en Alberta, Canadá y comí en el Walliser Stube, un restaurante de fondues suizos. Ahí probé la carne de búfalo y venado.
La risa. Cuando la gente se sabe reír hasta de sus errores y desgracias, la vida sabe mejor. Disfruto mucho esa parte de nuestra cultura mexicana, sabemos reír y sonreír hasta en los momentos más difíciles y estoy seguro de que cuando vivimos sonriendo, podemos vivir mejor.
No sabría decir si yo lo soy, pero estoy feliz con lo que hago, sé que estoy donde quiero estar y puedo diversificarme. La mejor manera para ser exitoso es siendo honesto contigo y vivir con pasión porque eventualmente los resultados irán llegando solos; eso es lo que a mí me ha funcionado: hacer lo que creo que debo hacer.
Que nunca piensen que es imposible lograrlo. En ocasiones se cree que necesitas tener contactos para poder estar en esto, pero realmente necesitas pasión por las cosas, sea lo que sea que desees hacer. Hay que practicar y buscar la oportunidad, cuando se te presenta, es momento de actuar.
Escúchalo de lunes a jueves, entre las 9 y 12 de la noche por 106.5 Mix Twitter: @carloschicken Facebook: Carlos “Chicken” Muñoz Instagram: @carloschicken7