Las sopas en todo el mundo son un platillo reconfortante que nos invita a compartir. Descubre las variedades asiáticas más populares
Las sopas asiáticas, ricas y reconfortantes, tienen generalmente una base hecha de pescados, mariscos, carnes o huesos, y se acompañan con alguna proteína o verdura. Es muy difícil generalizar en cuanto a las preparaciones de estos caldos; al igual que el mole, cada familia tiene su receta.
Por: Andrea Vázquez Azpíroz
Estas son algunas características generales de las más consumidas en occidente:
Este plato nació en China pero se popularizó en Japón después de la Segunda Guerra Mundial. El ramen es un platillo de fideos servidos en caldo a base de huesos, pollo, cerdo o distintas verduras. Puede llevar miso o soya. Como dato curioso, la primera sopa instantánea fue un chicken ramen que lanzó la compañía Nissin Foods en 1958.
Existen muchas variaciones regionales del ramen, pero a grandes rasgos se pueden identificar tipos como el shoyu, hecho con salsa de soya y
caldo de pollo; el shio, con sal y caldo de pollo; el miso, con la pasta del mismo nombre y el tonkotsu, con huesos de cerdo.
Este caldo es tradicional en Tailandia. Se hace con leche de coco, galanga, lima, hongos y jitomate. También se le puede agregar pollo, mariscos, setas, cerdo o tofu. Y acompañarlo con arroz. Es costumbre servirlo para compartir en un tazón al centro de la mesa.
Esta sopa está hecha con saquitos de harina, trigo y sal, que pueden ser fritos o hervidos. Se sirven en un caldo hecho de huesos de cerdo y cáscaras de camarón, y se acompaña con estas mismas proteínas.
Esta sopa tradicional de Corea se hace con kimchi, una preparación tradicional de col fermentada. La base es un caldo de anchoas secas, cebolla, rábano y algas. Luego se agrega el kimchi, cerdo, tofu y pasta de chiles.
Este caldo tradicional de la cocina vietnamita es una sopa de fideos de arroz que se sirve en un fondo de ternera y se acompaña con trozos de carne; en Vietnam generalmente son vísceras como tendones o tripas, también corazones de pollo o carne molida, pero en México tenemos las versiones bistec e incluso rib eye. El caldo va acompañado de cebollín, cilantro, menta y limón.
Esta sopa lleva dos ingredientes clave, el dashi, que es un caldo de pescado, y la pasta miso, que está hecha con semillas de soya o cereales, sal y se fermenta con el hongo koji. Puede incluir, además, tofu en cubitos, algas, verduras, pescado, carne o setas. Se sirve como primer
tiempo y se acompaña con arroz.
Las variantes regionales hacen de cada una de estas sopas una expresión de su lugar de origen: se aprovechan los productos geográficamente disponibles y el conocimiento de los individuos que las preparan.