En Buñuelo, los hermanos Ariana y Julio fusionan lo mexicano con técnicas europeas. El resultado es espectacular.
Ariana y Julio fusionan en la panadería, lo mexicano con técnicas europeas. Estos dos hermanos de apellido González Alvarado llevan el arte de la panadería a otro nivel. ¿Quién pensaría que un crujiente y delicado buñuelo podría ser la inspiración para crear un proyecto que tiene ya siete años en el mercado?
Al terminar la carrera, los dos jóvenes estudiaron el Diplomado de Gastronomía Mexicana con Yuri de Gortari y durante una de las clases de panadería supieron que el nombre “buñuelo” representaba lo que querían para su negocio: panes ligeros y hermosos.
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En 2013, Ariana y Julio se unieron para abrir una panadería en Naucalpan. En ese entonces, la zona estaba escasa de locales que ofrecieran productos gourmet y tradicionales. Después de cuatro años, se mudaron a la colonia Cuauhtémoc, dentro del edificio Guadalquivir, donde en la actualidad trabajan con HSBC, ofreciendo servicio de catering con box lunch, desayunos y coffee break.
Algo que los caracteriza es el uso de productos frescos de diversos estados: cada mes compran mora azul de Veracruz, café de Coatepec, chocolate oaxaqueño y vainilla de Papantla. Así elaboran sus pequeñas maravillas.
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Buñuelo retoma la panadería mexicana con la elaboración de cocoles, cochinitos de piloncillo, pan de nube, pan de pulque, chamucos, entre otros. Recordemos que durante el siglo XVIII inició la revolución de la panadería: fue el momento en que la bizcochería y la pastelería tradicional tomó fama, gracias la llegada de franceses e italianos, quienes introdujeron nuevas técnicas de elaboración y recetas.