Una pieza de carne que se puede aprovechar en diferentes recetas y cocinas. El brisket destaca en gran medida por su suavidad y jugos que pueden aportar gran sabor a salsas o guarniciones. Un clásico de la cocina texana que se puede acompañar con ensalada de col, puré de papa y elotes dulces.
Te contamos sobre los primeros acercamientos con este corte y la región que logró dominarlo como a nivel de expertos.
Por: Desiree Perea
Texas y su historia con el brisket
No hay duda de que el brisket en la actualidad es una de las recetas imperdibles si estás de visita en el estado de Texas. Sin embargo, debes saber que no se cocinó por primera vez en el continente americano.
Dentro de la religión judía que habitaba en Europa, el brisket era un corte común dentro del menú de las celebraciones. Incluso las recetas de preparación variaban entre sí, debido a las tradiciones familiares.
A principios del siglo 20, con los viajes trasatlánticos e intercambio cultural, el brisket hizo su aparición en Estados Unidos. De esta manera, los texanos aprendieron sobre las propiedades de esta carne y como podían aprovecharla por completo. En la actualidad, consideran a esta carne como el ‘Platillo nacional del estado de Texas’.
Este corte se obtiene del pecho de la vaca, es una zona que contiene músculos y una estructura fuerte, debido a que una de sus funciones es sostener más del 50% del peso de la vaca completa.
Es por ello que aprender una buena técnica de cocción es parte fundamental para que esta carne logre suavizarse hasta su punto máximo. Además, debe mantener sus jugos internos para obtener una receta llena de sabor.
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1. Clásico ahumando
Esta técnica es la más popular, puede acompañarse con salsa BBQ y sin duda, requiere de mucha paciencia. Hay piezas que tardan más de 8 horas en cocinarse. Para potencializar el sabor, las especias son ingredientes que no pueden faltar en la preparación. Dentro de las clásicas encontramos pimienta negra, sal, ajo y cebolla en polvo. Toda esta mezcla debe cubrir por completo la pieza de brisket.
2. Salsas dulces
La riqueza en temas de picante que encontramos en México son una gran herramienta para lograr diferentes recetas con brisket. Además, las notas dulces de las frutas son un gran sabor que pueden incluirse en esta preparación.
También puedes aprovechar la intensidad del vino para crear una salsa con mayor sabor. Si la salsa BBQ es un aderezo clásico para la carne, puedes utilizar arándanos y un poco de fresa para hacer una salsa con chile chipotle.
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3. Adobo
Finalmente, la pasta de adobo es también una versión en la que se puede presentar el brisket. En México específicamente algunos adobos tienen ciertas notas cítricas que pueden ayudar al sabor de la carne. Algunas otras recetas en las que se puede utilizar este tipo de corte son barbacoa o incluso carnitas. Tienen cierto porcentaje graso que permite obtener una preparación tersa.
